La marea verde se sigue moviendo, y ahora con más fuerza. Con 33 votos a favor y sólo uno en contra, el Congreso de Chiapas aprobó este martes reformas clave a su Constitución local, marcando un paso importante para los derechos de las mujeres y personas gestantes.
La reforma al Artículo 4 elimina el párrafo que protegía legalmente la vida desde la concepción, abriendo la puerta para la despenalización total del aborto en el estado. ¿Qué significa esto? Que las mujeres y personas gestantes ahora están un paso más cerca de decidir sobre sus cuerpos sin que la ley las persiga.
Un día lleno de emoción y contraste
La emoción estaba a tope. De un lado, colectivas feministas se dejaron ver con pañuelos verdes, gritos de apoyo y mucha energía. Del otro, los grupos antiaborto llegaron armados con cartulinas con frases como “el 99% de los bebés abortados no son de violación”. Pero al final, la sesión terminó siendo un win total para el derecho de las mujeres y personas gestantes.
¿Qué cambió exactamente?
El Artículo 4 de la Constitución de Chiapas dejó de decir que la vida se protege desde la concepción. Ahora, el texto dice algo más neutral que no criminaliza el aborto:
“El Estado reconoce, protege y tutela el derecho a la vida que todo ser humano tiene. Sin perjuicio de las excluyentes de responsabilidad previstas en la legislación penal del estado de Chiapas”.
¿En español? Que el derecho a decidir está ganando terreno, y nadie debería ir a prisión por tomar decisiones sobre su propio cuerpo.
La SCJN presionó, y Chiapas respondió
Este cambio no salió de la nada. La Suprema Corte ya había ordenado al Congreso de Chiapas ponerse las pilas y dejar de criminalizar el aborto, calificándolo como un problema de salud pública. Aunque en 2023 ya se permitía en casos específicos (violación, peligro de muerte o malformaciones), ahora el estado avanza hacia una despenalización mucho más amplia.
¿Y ahora qué?
Aunque esto es un momentazo, todavía falta ajustar las leyes para que el aborto sea completamente legal y accesible en Chiapas. Pero hoy, las mujeres y personas gestantes tienen algo que celebrar: la lucha sigue dando frutos.
Cada paso hacia la despenalización es un golpe al patriarcado y un grito de libertad. ¡El futuro es verde!
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