Claudia Sheinbaum anuncia concurso de corridos (clean version) en 2025

¡Ándale! Claudia Sheinbaum acaba de lanzar una propuesta que podría cambiar el futuro de los corridos. Este lunes, durante su conferencia del pueblo, anunció que el próximo año se lanzará un concurso nacional para bandas… de corridos. Así como leíste, la idea, según la presidenta, es crear canciones con letras que dejen atrás la violencia, el machismo y la apología del crimen.

¿Corridos tumbados (Sheinbaum’s version)?

El Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer fue el escenario perfecto para que Sheinbaum se abriera al debate sobre el impacto de los corridos en la sociedad. 

La presidenta señaló cómo, aunque estos corridos tienen un valor cultural histórico, hoy en día muchos glorifican la violencia, la misoginia y hasta los cárteles. ¿La solución? No es prohibirlos, sino transformar el contenido, dijo. 

“Porque no solamente es apología a la violencia contra las mujeres, sino en general a la violencia y a exaltar formas de vida vinculadas con la delincuencia y con cárteles como si fuera una opción de vida, cuando en realidad es una opción de muerte”, comentó Sheinbaum.

La idea del concurso surgió tras una charla con el gobernador de Durango, Esteban Villegas, quien además de político es cantante de banda. Entre charla y charla, discutieron cómo los corridos pueden evolucionar sin perder su esencia. Es hora de “promover la música mexicana, pero con otras letras, con otra creatividad”, dijo Sheinbaum.

Aunque Sheinbaum no dio más detalles, parece que se vienen cositas en el mundo de la música mexicana.

Corridos tumbados: ¿apología o no a la violencia?

Y bueno, con esta propuesta de Sheinbaum, se volvió a poner sobre la mesa el eterno debate sobre los corridos tumbados, ¿son sólo canciones que cuentan historias del pueblo o realmente glorifican la violencia y el crimen? Para ciertas personas, son únicamente una forma de expresión, mientras que para otra parte de la población son peligrosas y fomentan el narcotráfico. Pero, ¿por qué? Vamos a desmenuzar un poco este asunto. 

Los corridos han sido parte de la cultura mexicana desde hace siglos. Originalmente, contaban historias de héroes y batallas, como en la Revolución Mexicana. Con el tiempo, evolucionaron, pero siempre han servido para contar lo que pasa en la vida real, aunque muchas veces de una forma exagerada o romántica.

Con el paso del tiempo, este género se fue radicalizando. Los corridos tumbados surgieron al fusionar elementos del hip-hop, trap y reggaetón con la estructura tradicional del corrido. Esta mezcla de géneros trajo un cambio en las letras, que ya no sólo hablaban de narcos y traficantes, sino que también se centraron en otros temas de la cultura urbana y la vida de los jóvenes. Los corridos bélicos, aunque similares a los tumbados, tienen una narrativa más violenta y explícita en cuanto a la guerra y los enfrentamientos del narcotráfico.

La narcocultura 

La narcocultura, según la doctora Anajilda Mondaca, es un fenómeno sociocultural que abarca creencias, valores, mitos y prácticas sociales que giran en torno al narcotráfico. Y ojo, porque aunque algunas personas se sienten atraídas por los elementos estéticos de esta cultura, como la moda y la música, esto no significa que todos los que la siguen estén involucrados directamente con el crimen organizado.

Los narcocorridos, en particular, reflejan la realidad de las comunidades donde el narcotráfico tiene una fuerte presencia, como en Sinaloa, y sirven como un espejo de las tensiones sociales, económicas y políticas que enfrentan los habitantes de esas regiones. 

Sin embargo, la música no sólo cuenta historias de violencia, sino también de luchas sociales, pobreza y la corrupción que se vive a nivel local, de acuerdo con la doctora Mondaca.

Con el tiempo, los narcocorridos han ido transformándose. La violencia sigue siendo un tema central, pero la narrativa ha cambiado según las circunstancias sociales y políticas. En los años 90, los narcocorridos se volvieron un fenómeno mediático, con figuras del narcotráfico convirtiéndose en celebridades. Más recientemente, con la guerra contra las drogas iniciada en el sexenio de Felipe Calderón, la violencia se intensificó, y los narcocorridos se volvieron aún más explícitos.

El impacto social de los corridos tumbados y bélicos

La popularidad de los corridos tumbados y bélicos no es casual. Con artistas como Peso Pluma, Natanael Cano y Junior H, estos géneros han alcanzado una audiencia global. Su mensaje resuena especialmente con las nuevas generaciones que han crecido rodeadas de la violencia y el narcotráfico

Y, de acuerdo con lo que señalan analistas, aunque estos géneros pueden tener una gran influencia en la juventud, también reflejan una realidad que no se puede ignorar: la violencia, el crimen y el narcotráfico son parte de la vida de muchas personas en México.

No obstante, no se trata de simplemente decir que reflejan la violencia y por eso no pueden traer consecuencias. De ahí que sigue siendo difícil no ver con terror el hecho de la popularización de los corridos tumbados, sobre todo en jóvenes e incluso infancias. 

En nuestro país la realidad de las infancias y los jóvenes en México que se involucran con el narcotráfico es devastadora. De acuerdo con la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM), las edades más tempranas para reclutar niños, niñas y adolescentes es de 7 a 9 años de edad, quienes terminan muriendo antes de los 25 años.

De ahí que, para muchas personas los corridos se traten de la glorificación a una ficción y apología a la violencia. Y, quizá lo es, porque son canciones que exaltan a aquellos que están involucrados en actividades criminales. Sin embargo, los narcocorridos, corridos tumbados y bélicos son una respuesta a la realidad del narcotráfico, no lo contrario, según señalan investigadoras e investigadores.

¿Una consecuencia o parte del problema?

Pero, al final, la pregunta sigue siendo la misma: ¿los corridos tumbados y bélicos son una apología la violencia o no? Sin duda, estas sirven como un reflejo de las condiciones sociales y económicas que viven muchas personas en México, pero también, en cierto sentido, pueden normalizar la violencia. 

Más allá de la censura o prohibición, quizá sea necesario entender las raíces del fenómeno y abordar los problemas estructurales que alimentan esta cultura. Y tú, ¿qué piensas sobre los corridos tumbados y bélicos? ¿Están alimentando la violencia o sólo son una forma de expresión?


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