El lado oscuro de los conciertos y festivales que no conocías

Ir a un concierto o festival es una experiencia épica: música, amigos, vibes increíbles… pero ¿qué pasa con la gente que hace que todo funcione? Mientras tú disfrutas del show, hay trabajadores sufriendo condiciones laborales que parecen sacadas de una película de terror. Y sí, estamos hablando del staff del escenario y seguridad que, en lugar de disfrutar, sobrevive.

Uniformes con chinches… ¡y te los cobran!

¿Sabías que el personal que trabaja en este tipo de eventos paga por sus uniformes? Pero no creas que les dan algo digno. “Los uniformes están rotos, sucios o hasta con chinches. No importa si te queda o no, te dan lo que haya. Y si te quejas, olvídate, te amenazan o te ignoran”, cuenta un ex empleado. En X, inclusive hay quienes han dicho que los obligan a ir a capacitaciones no pagadas.

Y no es sólo eso. En específico la empresa Lobo, quienes se encargan de la seguridad en todos los eventos de OCESA, te dicen que no puedes hacer nada porque esta empresa está manejada por gente poderosa. Básicamente, o aguantas o te aguantas.

Turnos maratónicos sin descanso

Ahora imagina esto: terminas un turno a las 2 am y tu siguiente jornada empieza a las 7:30 am. ¿Te vas a casa? Nope. Algunos trabajadores ni siquiera pueden pagar un lugar donde dormir, así que se quedan tirados en el pasto.

Nnux, una tecladista que se presentó en el Festival Ceremonia del año pasado, compartió lo que le contaron algunos miembros del staff: “A las 2 a.m. les pregunté que cómo se iban a su casa y me dijeron que no se iban tenían turno a las 7:30am otra vez y ya no tenía sentido irse, entonces me dijeron que se iban a quedar. Algunos habían pensado irse a un hotel cercano, pero me dijeron que revisaron los precios y básicamente era gastar todo lo que habían ganado en pagar eso”.

Al menos, por misericordia, podrías pensar que los dejan quedarse en los camerinos, ya para que no pasen frío, pero error. Ni eso te dejan, ahora sí que es un arreglatelas como puedas. ¿Cuánto dinero juntan los conciertos y festivales? Mucho, pero parece que sigue sin ser suficiente como para que las empresas piensen darle un trato justo y condiciones dignas de trabajo a su staff.

Y parece ser que es algo de siempre. En eventos como Vive Latino, Tecate Pal Norte y Corona Capital, es común ver a empleados dormidos en banquetas o detrás de los stands después de jornadas que comienzan a las 7 am y terminan… bueno, quién sabe.

¿Comida gratis? Más bien veneno

Cuando pensamos en este tipo de trabajo, uno quiere imaginar que por lo menos les dan comida o mínimo les dan lo equitativo en dinero, pero la decencia salió del chat. La realidad es otra. Cuando te da de comer, tooooooda la comida o está cruda o está seca o simplemente está echada a perder. Yo he escuchado como la gente se enferma del estómago por comer los alimentos que dan cuando les toca trabajar en estos eventos”, mencionó un extrabajador.

Y bueno, eso en el caso de que te den comida, porque en ocasiones ni a eso tienen derecho los trabajadores. Si acaso una comida en más de ocho horas de trabajo.

¿Agua? Olvídalo. En algunos conciertos y festivales ni siquiera les dejan llevar su propia agua, y si les encuentran una botella de agua se las tiran. Pero para cobrar los boletos a precios excesivos sí son buenos.

Supervisores tóxicos y castigos absurdos

Si crees que los supervisores están ahí para apoyar, piénsalo de nuevo. Exigen qué llegues temprano al trabajo si no te marcan como elemento negativo. La cosa cambia si ya es hora de salir. Te dejan salir a veces hasta una hora tarde, pero no son tontos, porque te dejan salir minutos antes que se marque el siguiente turno para no pagarte otro turno”, relató un usuario que trabajó para Lobos.

No respetan horarios, no pagan horas extra y si llegas tarde, eres el malo. Pero si te retienen, no pasa nada. Ellos siempre ganan.

Sueldo de risa para una chinga monumental

Por todo este esfuerzo, ¿cuánto crees que les pagan? Algunos trabajadores afirman que les pagaron $300, a otros $500 al día o si bien les va $700. Sí, después de más de 20 horas de trabajo, eso es lo que reciben. Apenas suficiente para comer, y mucho menos para descansar decentemente. Y ni se pueden quejar, porque para las promotoras y organizadoras lo deben hacer “por amor al arte”, porque claro uno trabaja por hobbie, ¿verdad?

Es fácil emocionarse con la magia de un concierto o festival, pero la realidad es que hay personas dejando su salud, dignidad y bienestar en el camino para que tú tengas una experiencia increíble.


Comments

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *