Tras más de un año de hostilidades devastadoras, el gobierno de Israel y el grupo militante palestino Hamás anunciaron un acuerdo de alto el fuego para Gaza. Este pacto, mediado por Qatar, Egipto y Estados Unidos, representa un avance significativo en una guerra que ha cobrado decenas de miles de vidas y desplazado a millones. Sin embargo, las heridas del conflicto siguen abiertas, y el futuro del acuerdo aún está rodeado de incertidumbre.
Aunque este logro diplomático debería haber llegado mucho antes —las negociaciones comenzaron en mayo de 2024—, los meses de retraso y tensiones revelan las complejidades de este conflicto centenario. Una de esas complejidades es medir la verdadera cifra de muertes que dejó esta guerra, aunque Hamás dio una cifra, parece estar omitiendo más de 26,000 decesos.
El inicio de una tragedia humanitaria
El 7 de octubre de 2023, un ataque coordinado de Hamás contra Israel dejó 1,200 muertos, en su mayoría civiles, y 251 personas fueron tomadas como rehenes. En respuesta, Israel lanzó una ofensiva masiva contra Gaza, destruyendo gran parte del enclave palestino y desplazando a más de dos millones de personas.
Dudas con el saldo de muertes oficialmente
Las cifras de víctimas han sido objeto de controversia. Según el Ministerio de Salud de Gaza, los ataques israelíes han causado la muerte de más de 46,000 personas. Sin embargo, un análisis reciente de la revista médica The Lancet eleva esta cifra a 64,260 e incluso más de 70,000. Un 41% más que lo reportado oficialmente.
Aproximadamente 1 de cada 35 habitantes murieron, lo que representa el 2.9% de la población de Gaza antes de la guerra.
A través de un sistema estadístico conocido como “captura-recaptura”, método popularizado en ecología y adaptado a la epidemiología, investigadores estimaron la mortalidad que dejó esta guerra, aunque se enfrentaron a registros oficiales inexactos e incompletos.
El estudio se basó en datos del Ministerio de Salud de Gaza, complementados con listas depuradas y verificadas por los investigadores. No obstante, el conflicto y la destrucción de infraestructuras sanitarias obstaculizaron la capacidad de las autoridades para registrar las defunciones de manera adecuada.
Además, la situación en Gaza, descrita como una especie de prisión debido a su densidad de población y restricciones, agrava los impactos indirectos de la guerra, como desnutrición, falta de atención médica y contaminación de recursos. Todo esto, según analistas, aumenta la cifra de víctimas mortales, más incluso que las muertes ocasionadas por las confrontaciones violentas directas donde el 59% de las personas fallecidas eran mujeres, niños o ancianos.
Las consecuencias geopolíticas del conflicto
La guerra no sólo ha dejado un impacto devastador en Gaza, sino que también ha alterado el panorama político y estratégico del Medio Oriente. En Israel, el primer ministro Benjamin Netanyahu y su exministro de Defensa enfrentan acusaciones de crímenes de guerra ante la Corte Penal Internacional. Además, la Corte Internacional de Justicia investiga un caso presentado por Sudáfrica que acusa a Israel de genocidio.
En el ámbito regional, la intervención de Hezbolá en el conflicto resultó en una respuesta contundente de Israel que debilitó al grupo libanés y contribuyó al colapso del régimen de Bashar al Assad en Siria. Irán, por su parte, intercambió ataques directos con Israel, lo que dejó a su red de aliados, conocida como el Eje de la Resistencia, paralizada.
Los hutíes en Yemen también desempeñaron un papel clave al interrumpir el transporte marítimo en el Mar Rojo, lo que afectó el comercio global. Aunque han prometido detener sus ataques tras el acuerdo, queda por ver si cumplirán con este compromiso.
Un acuerdo con desafíos pendientes
El alto al fuego, que tiene previsto comenzar oficialmente el 19 de enero de 2025, incluye la liberación de rehenes israelíes y prisioneros palestinos. El acuerdo se implementará en tres fases, con el objetivo de llegar a un cese de hostilidades permanente y un plan de reconstrucción para Gaza.
Durante las últimas horas, se informó que el Ministerio de Defensa de Israel está preparando todo para recibir y asistir a los 33 rehenes que Hamás liberará como parte de la primera etapa del acuerdo de alto el fuego.
Este acuerdo será votado por el Consejo de Ministros israelí el viernes por la mañana, después de que la aprobación se retrasara por una acusación del primer ministro Benjamín Netanyahu. Según Netanyahu, Hamás intentó renegociar algunas condiciones del pacto para obtener más beneficios, algo que el grupo negó.
Mientras tanto, las fuerzas israelíes han intensificado sus ataques en Gaza, dejando casi 80 muertos y 200 heridos en las últimas horas, según las autoridades locales. Estos bombardeos ocurrieron apenas unas horas después de que se anunciara el acuerdo de tregua.
Los retos son inmensos. Diplomáticos occidentales temen que, tras los primeros días de tregua, el conflicto pueda reanudarse. Además, las tensiones entre las partes no se han resuelto, y los puntos de fricción podrían dificultar que este alto al fuego se convierta en una solución duradera.
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