Imagina esto: estás por arrancar tu día. Quizá te preparas tu café, te sientas frente a tu computadora y recuerdas que necesitas checar algo importante en tu celular, pero antes decides abrir TikTok “un segundo”. Un video lleva a otro, y de repente ya pasaron 30 minutos o inclusive hasta una hora.
Cuando por fin regresas a lo que estabas haciendo, tu mente sigue pensando en el scroll infinito. Terminas con más cansancio, frustración y con la sensación de no haber aprovechado tu tiempo. ¿Te suena familiar? Seguramente sí.
La distracción constante no es casualidad: está diseñada para mantenernos enganchados. Y aunque puede parecer inofensivo, este hábito no sólo afecta nuestro rendimiento diario, también está transformando nuestra forma de disfrutar actividades tan simples como ver una película o leer un libro.
El problema con tanto estímulo al mismo tiempo
El mundo digital, con su lluvia interminable de notificaciones y contenido, obliga a nuestro cerebro a dividir su atención. Mientras trabajamos, respondemos mensajes, revisamos redes sociales y chequeamos el correo. Pero, ¿qué pasa con nuestra mente en medio de todo esto?
Según especialistas, nuestro cerebro se adapta a esta sobrecarga buscando gratificaciones inmediatas. Esto significa que si algo no capta nuestro interés en pocos segundos, simplemente lo descartamos. Es un patrón que TikTok y otras plataformas potencian con su formato de videos cortos y altamente estimulantes.
Lo preocupante es que esta forma de consumir contenido nos hace más impacientes y afecta nuestra capacidad de concentración sostenida. ¿Te cuesta mantenerte enganchado a una serie sin revisar el celular? No eres el único: casi el 50% de los usuarios de TikTok dicen sentirse estresados con videos de más de un minuto, según un estudio de la Universidad de Oxford.
¿Por qué es tan grave?
Este fenómeno, conocido como “TikTok Brain”, no sólo nos desconcentra, sino que afecta nuestra plasticidad cerebral. Esto puede traducirse en dificultades para leer, procesar información compleja e incluso mantener conversaciones profundas.
“La brevedad de los videos y la estimulación visual intensiva que existe en las redes pueden generar una atención fragmentada y dificultades para retener información de manera prolongada. Es decir, esta combinación puede generar una fatiga cognitiva, afectando la plasticidad cerebral y, en última instancia, la capacidad de concentración a largo plazo”, explica el neurólogo Juan Pablo Mansilla.
Y esto no es un fenómeno que impacte únicamente a personas adultas. Las y los niños y jóvenes, cuyos cerebros aún están en desarrollo, pueden ser más vulnerables a estos efectos. Su habilidad para enfocarse en tareas prolongadas no se desarrolla por completo, lo que podría complicar su aprendizaje y su interacción con el mundo real.
La descarga de dopamina que producen los vídeos cortos e interminables hace que las personas jóvenes les resulte difícil centrarse en actividades más lentas.
¿Cómo podemos recuperar nuestra atención?
Volver a disfrutar una película sin distracciones o leer un libro sin mirar el celular cada dos minutos requiere un esfuerzo consciente. Aquí te compartimos algunos tips para que empieces a recuperar tu habilidad de concentración:
- Pon límites de tiempo en redes sociales: Usar aplicaciones que alerten cuando superas un límite de uso puede ayudarte a reducir el tiempo de pantalla.
- Desconéctate por completo: Guarda el celular en otro cuarto mientras trabajas o disfrutas de una actividad.
- Elige actividades que exijan atención prolongada: Leer, escuchar música o ver vídeos más largos pueden entrenar tu mente para enfocarse mejor.
- Cuida el tiempo de pantalla de las personas más jóvenes de tu alrededor: Establece horarios y fomenta actividades fuera del mundo digital, este punto es importante sobre todo si convives con infantes o personas más jóvenes.
No es fácil desengancharse del scroll infinito, pero es posible. La próxima vez que veas una película o serie, intenta dejar el celular en otro cuarto. Puedes seguir usando TikTok, pero hazlo siempre con medida y precaución. Recuperar tu capacidad de atención no sólo te ayudará a disfrutar más de lo que haces, también mejorará tu bienestar general.
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