El panorama político en Morelos se sacudió con una decisión que ha encendido el debate sobre el uso del poder para frenar investigaciones delicadas. La tarde de este miércoles, el Congreso del estado destituyó a Uriel Carmona como fiscal general, justo el mismo día en que este presentó una solicitud de desafuero contra Cuauhtémoc Blanco, exgobernador y actual diputado federal por Morena.
El momento en que se dieron los hechos no ha pasado desapercibido. Mientras Carmona argumenta que su destitución es un acto de represalia por investigar al exfutbolista, las autoridades estatales justifican la decisión con acusaciones de obstrucción de la justicia y actos de corrupción dentro de la fiscalía. Pero, ¿qué hay detrás de este movimiento que ha encendido las alarmas en Morelos?
Las acusaciones contra Cuauhtémoc Blanco
El ahora diputado federal enfrenta una denuncia grave: intento de violación. La acusación fue interpuesta a finales del 2023 por su media hermana, Nidia Fabiola, quien sostiene que el exfutbolista intentó abusar de ella cuando aún era gobernador.
Uriel Carmona, como titular de la Fiscalía de Morelos, llevó el caso hasta la Cámara de Diputados y solicitó su desafuero, un proceso que, de aprobarse, permitiría juzgar a Blanco como cualquier otro ciudadano.
Sin embargo, la solicitud de desafuero apenas tuvo tiempo de causar revuelo cuando, en cuestión de minutos, el Congreso de Morelos dio un giro inesperado: en una sesión exprés, los diputados locales votaron por remover a Carmona del cargo, alegando que acumulaba múltiples denuncias en su contra.
La petición de desafuero contra Blanco llegó a las 17:40 horas a la Cámara de Diputados, pero para las 17:55 la destitución del fiscal general se había concretado.
Cabe mencionar que el intento de violación no es el único cargo que se le adjudica a Cuauhtémoc Blanco, pues hace unas semanas la gobernadora morenista Margarita González y su equipo denunciaron un desfalco de 40 millones de pesos en el sexenio del exfutbolista.
La caída del fiscal: ¿justicia o venganza política?
Con 16 votos a favor y solo 4 en contra, el Congreso aprobó la remoción de Uriel Carmona bajo el argumento de que no cumplía con los requisitos de permanencia en el cargo. En el dictamen, se señala que el ahora exfiscal enfrentaba serios señalamientos, incluyendo su presunta participación en la manipulación del caso del feminicidio de Ariadna Fernanda en 2022 y su posible involucramiento en actos de tortura de otra persona.
Margarita González Saravia, gobernadora de Morelos y aliada de Morena, respaldó la decisión y aseguró que la remoción no está relacionada con la investigación contra Cuauhtémoc Blanco. Según sus declaraciones, la destitución de Carmona responde a la necesidad de limpiar la fiscalía de corrupción y garantizar justicia para las víctimas.
No obstante, la coincidencia en los tiempos ha generado bastantes dudas. Para algunos, lo ocurrido es una maniobra política para frenar el desafuero de Blanco.
Mientras la presidenta Claudia Sheinbaum respaldó la decisión del Congreso de Morelos y recordó el historial de escándalos del exfiscal (eso sin mencionar nada de las denuncias que pesan sobre los hombros de Cuauhtémoc Blanco), Carmona denunció públicamente que ha sido víctima de una persecución política y adelantó que impugnará su destitución.
Por otro lado, la solicitud de desafuero contra Cuauhtémoc Blanco queda en el aire. Si la fiscalía sigue adelante con la investigación o si no se llega al desafuero, es algo que aún está por definirse.
Deja un comentario