Por primera vez en la historia reciente, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) fue excluida del evento conmemorativo de la Constitución. La presidenta Claudia Sheinbaum decidió dejar fuera al Poder Judicial de la ceremonia, invitando únicamente a los representantes del Ejecutivo y el Legislativo. ¿Coincidencia o señal de lo que viene?
Como explica en su columna Juan Ortíz, esta decisión no ocurre en el vacío. Llega en un momento donde el gobierno busca impulsar una reforma judicial que cambiaría la forma en que se eligen a las y los ministros de la SCJN, dándole mayor control al Poder Ejecutivo.
Además, no podemos ignorar el antecedente inmediato del sexenio de Andrés Manuel López Obrador, en el que el discurso oficial convirtió a la Corte en el enemigo a vencer. ¿Estamos ante una simple omisión o ante un paso más en la concentración del poder?
¿Qué significa realmente la exclusión de la SCJN?
Excluir al Poder Judicial de una conmemoración constitucional puede parecer un gesto simbólico, pero en política los símbolos importan, y mucho. La Constitución es la base del sistema legal y político de México, y su conmemoración debería ser un espacio para reafirmar la importancia de los tres poderes.
El artículo 49 de la Constitución establece la división de poderes como principio fundamental del Estado mexicano, mientras que el artículo 40 define a México como una República representativa y democrática. Al dejar fuera a la SCJN, el gobierno de Sheinbaum minimiza su papel como garante de la Constitución y refuerza la idea de que la 4T busca transformar el sistema político bajo sus propios términos.
En este contexto, la ausencia del Poder Judicial podría interpretarse de varias formas:
1.- Un debilitamiento institucional: La SCJN es la encargada de interpretar la Constitución y resolver conflictos entre poderes. Al no considerarla parte de la conmemoración, se margina su papel en la estructura del Estado.
2.- Un mensaje político a la Corte: La exclusión se da en un momento en el que el gobierno busca reformar el sistema judicial, una reforma que ha generado resistencias dentro de la SCJN. Este acto puede leerse como una advertencia de que la relación entre el Ejecutivo y el Judicial seguirá siendo tensa.
3.- Un paso hacia la concentración del poder: La 4T ha insistido en que la “democracia” implica que el pueblo debe tener mayor control sobre las instituciones. Sin embargo, los críticos advierten que esto puede traducirse en una concentración de poder en el Ejecutivo, debilitando los contrapesos.
La relación entre Sheinbaum y la SCJN: ¿ruptura total?
Aunque Sheinbaum ha intentado diferenciarse de López Obrador en ciertos aspectos, su relación con el Poder Judicial parece seguir la misma ruta de confrontación. Y sus acciones indican que la SCJN no será un actor con el que busque negociar o consensuar cambios.
Desde la llegada de la nueva administración, la Corte ha sido señalada como un obstáculo para las reformas de la 4T. La reforma judicial que pretende modificar la elección de las y los ministros es una muestra clara de que el gobierno quiere un Poder Judicial alineado con su proyecto.
La exclusión del evento constitucional es, en este sentido, un acto que va más allá del protocolo: es una señal de que la Corte ya no es vista como un actor imprescindible en el diseño institucional del país.
¿Hacia dónde va la división de poderes en México?
El principio de división de poderes no es una mera formalidad, sino un mecanismo fundamental para evitar el abuso de poder. Si el Ejecutivo y el Legislativo se fusionan en una mayoría dominante y el Judicial es desplazado o sometido, la democracia mexicana podría enfrentar un retroceso en términos de equilibrios institucionales.
La exclusión de la SCJN de la ceremonia de la Constitución puede ser solo un episodio más en la pugna entre la 4T y el Poder Judicial, pero también es un síntoma de un cambio más profundo en la relación entre los poderes en México.
Si la reforma judicial avanza y la SCJN pierde independencia, lo ocurrido en este evento será visto en retrospectiva como un momento clave en la transformación del sistema político mexicano. La pregunta es: ¿la ciudadanía se dará cuenta antes de que sea demasiado tarde?
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