“Vaquitas del Bienestar”: el fraude ganadero del gobierno de AMLO

Unos años atrás, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador prometió que México alcanzaría la autosuficiencia en carne y leche con un programa estrella: Crédito Ganadero a la Palabra, también conocido como “Vaquitas del Bienestar”.

El plan era simple (en teoría): el gobierno compraba y entregaba ganado a pequeños productores con la condición de que, en unos años, “pagara” con crías para garantizar la continuidad del proyecto. Pero, como muchos otros programas de la llamada “Cuarta Transformación”, esto terminó en un desastre, corrupción y casi mil millones de pesos perdidos.

Un programa mal planeado desde el inicio

Desde el arranque en 2019, el Crédito Ganadero a la Palabra mostró señales de que iba a fracasar. La Auditoría Superior de la Federación (ASF) encontró que el programa se lanzó sin estudios previos ni un diagnóstico que justificara su implementación. Es decir, el gobierno improvisó un proyecto con miles de millones de pesos del dinero público sin siquiera saber si funcionaría.

Pero eso no fue todo. De acuerdo con la investigación de Animal Político, también se detectó que se compró ganado viejo, enfermo y de mala calidad, el gobierno no recuperó ni una sola cría de lo entregado, se repartieron vacas y toros a personas que no eran ganaderos, e incluso se entregó ganado duplicado a varios beneficiarios o a personas fallecidas.

El desastre fue tal que en su primer año de operación, el programa ya tenía problemas y se le recortó el presupuesto de 4 mil millones a solo mil millones de pesos.

Ganaderos estafados y funcionarios corruptos

En lugar de impulsar la producción ganadera, el programa se convirtió en un fraude masivo donde los únicos beneficiados fueron los funcionarios encargados y sus aliados.

Por ejemplo, en Oaxaca, ganaderos denunciaron que el gobierno les entregó ganado enfermo que terminó matando a sus propios animales. En lugar de ayudarlos, el programa los dejó en quiebra.

Carlos Ayora, ganadero, vendió 12 vacas viejas esperando recibir ganado joven para reproducirse. Para su sorpresa, le entregaron las mismas vacas viejas que él había vendido a intermediarios. El gobierno compró lo más barato posible a coyotes en lugar de invertir en ganado de calidad.

El problema es que esto no fue un error aislado. El programa estuvo dirigido por David Monreal, actual gobernador morenista de Zacatecas y entonces responsable de la entrega del ganado. Monreal prefirió hacer negocios con intermediarios en lugar de comprar directamente a los ganaderos. Así, se inflaron precios y se compró ganado de mala calidad, lo que resultó en millones de pesos perdidos y productores afectados.

¿Y qué hizo el gobierno? Nada… o peor aún, encubrió el fraude

Cuando los ganaderos afectados denunciaron el fraude ante la Secretaría de la Función Pública (SFP), la entonces titular Irma Eréndira Sandoval los recibió, les prometió investigar… y luego los ignoró completamente.

Peor aún, en 2022, el gobierno de López Obrador cambió las reglas del programa y eliminó la obligación de los beneficiarios de devolver crías. En otras palabras, cancelaron cualquier posibilidad de recuperar el dinero público y dejaron que la inversión simplemente se perdiera.

El legado de las “Vaquitas del Bienestar”: un monumento a la corrupción

El programa se diseñó para reducir la dependencia de México en la importación de carne y leche, pero tras seis años, el país sigue importando más que nunca, no hay rastro del ganado entregado y las pérdidas ascienden a 958 millones de pesos simplemente desaparecieron.

Este caso es un ejemplo más de cómo la administración de López Obrador manejó el dinero público con opacidad, corrupción e improvisación.

Lo más grave no es solo el desfalco, sino la falta de consecuencias para los responsables. Mientras los ganaderos se quedaron sin apoyo y con deudas, los funcionarios que organizaron este fraude siguen en el poder sin enfrentar ninguna sanción.


¿Dónde está el dinero? ¿Quién se benefició de esta estafa? ¿Por qué el gobierno no hizo nada para corregir el desastre? Preguntas que, como en muchos otros escándalos de la “Cuarta Transformación”, seguirán sin respuesta.


Comments

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *