Desde siempre, las corridas de toros en México han dividido opiniones, entre los que defienden esta práctica como un arte y los que rechazan su crueldad hacia los animales. Ahora, en la CDMX, las autoridades dicen haber encontrado una forma de mantener la tauromaquia, pero sin violencia.
Clara Brugada, jefa de Gobierno, presentó una propuesta que fue aprobada en el Congreso local para dar un giro a la tradicional “Fiesta Brava”. ¿Cómo será este nuevo formato y qué implica para el futuro de las corridas de toros?
Las nuevas reglas para las corridas de toros sin violencia
Lo que propone la nueva iniciativa es un cambio radical en la manera en que se llevan a cabo las corridas. Clara Brugada afirmó que el objetivo es transformar la tauromaquia, no eliminarla, y convertir a la CDMX en un modelo a seguir en el mundo con un espectáculo libre de violencia.
En una conferencia de prensa anunció las nuevas reglas para las corridas de toros sin violencia, y aquí te van:
- Quedan prohibidas las corridas de toros con violencia.
- Se crea la figura “Espectáculo taurino libre de violencia”.
- Se prohíbe la muerte del toro dentro y fuera de la plaza; una vez concluido el espectáculo, el toro deberá regresar a su ganadería.
- Se prohíben los maltratos al toro dentro y fuera del espectáculo.
- Se prohíbe la utilización de objetos punzantes que provoquen heridas o muerte del toro (banderillas, espadas y lanzas), solo podrán usar el capote y la muleta.
- Los cuernos del toro se deben cubrir para evitar que lastime a otro animal o al torero.
- El tiempo de las corridas será de máximo 10 minutos por cada toro (media hora en total).
El Congreso aprueba las corridas de toro sin violencia
La iniciativa fue presentada rápidamente en el Congreso de la CDMX y, sorprendentemente, fue aprobada con 61 votos a favor y solo uno en contra. El voto en contra vino de Pedro Haces, un diputado que curiosamente había propuesto algo muy similar a finales del año pasado. ¿Qué motivó su cambio de opinión? Eso aún no está claro.
Clara Brugada defendió la propuesta señalando que se tomaron en cuenta las opiniones de todas las partes involucradas: desde asociaciones protectoras de animales hasta los promotores de la tauromaquia. De acuerdo con la jefa de Gobierno, este enfoque permitirá preservar los empleos en la industria taurina y, al mismo tiempo, asegurar que el espectáculo sea más respetuoso con los derechos de los animales.
Si bien es un paso hacia una versión más ética de la tauromaquia, también es una transformación que podría molestar a muchos de los aficionados tradicionales. Mientras tanto, la Plaza México, uno de los epicentros de la tauromaquia, tendrá que adaptarse a esta nueva era, y ver si puede encontrar un equilibrio entre la preservación de una tradición y el respeto hacia los animales.
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