El secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, presentó un balance sobre los operativos realizados en el país como parte de la Estrategia Nacional de Seguridad. Entre en lo que va del sexenio de Sheinbaum, se han detenido 14,517 personas por delitos de alto impacto, además de haberse asegurado 7,375 armas de fuego.
En la mañanera, García Harfuch detalló que, hasta el 11 de marzo, también se han incautado 125.8 toneladas de droga, incluyendo más de una tonelada de fentanilo y 1.6 millones de pastillas de esta sustancia. A esto se suma la localización y destrucción de 475 laboratorios clandestinos en 14 estados del país.
Pero más allá de los números, la gran pregunta es: ¿estamos viendo un verdadero cambio en la seguridad del país?
Golpes recientes al crimen organizado
Durante los últimos 15 días, las fuerzas de seguridad han llevado a cabo operativos clave en distintas partes del país. En Tapachula, Chiapas, un cateo en un taller de hojalatería y pintura llevó al aseguramiento de 324 kg de cocaína, un autobús, cuatro vehículos y una caja seca de tráiler donde era transportada la droga. Se estima que el valor de la droga incautada es de 80 millones de pesos.
Las autoridades en Lerdo, Durango, lograron la captura de “Leonel N”, quien contaba con órdenes de aprehensión por secuestro agravado, tráfico de drogas y tráfico de personas. Su historial delictivo lo ubicaba entre los 10 criminales más buscados en Chihuahua y Texas.
Un operativo basado en información del Centro Nacional de Inteligencia permitió la detención de Abraham o “Rodolfo N” en Tonaya, Jalisco. Se trata del hermano de un alto líder criminal y presunto operador financiero de una organización delictiva. Además de su arresto, se decomisaron armas y drogas valuadas en aproximadamente 1.4 millones de pesos.
En Apatzingán, Michoacán, las fuerzas de seguridad capturaron a “Gerardo N”, identificado como el jefe operativo de un grupo criminal involucrado en la extorsión a productores de limón y aguacate. También se le acusa de narcotráfico, secuestro, homicidio y cobro de piso. Su historial incluye el asesinato de dos agentes de la Fiscalía General de la República en febrero de este año.
Otro golpe al crimen organizado ocurrió en Zacatepec de Hidalgo, Morelos, donde fue arrestado “Roberto N”, un ciudadano estadounidense con una orden de aprehensión en su país por delitos relacionados con el tráfico de drogas y delincuencia organizada.
Las capturas y decomisos son avances importantes, pero el problema del crimen organizado va más allá de cifras y operativos. Sin cambios estructurales en la seguridad, la justicia y la economía, ¿será posible una verdadera transformación o solo estamos sumando más números a un informe que se repetirá en el próximo sexenio?
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