Morena y el blindaje a Cuauhtémoc Blanco: un nuevo capítulo del pacto patriarcal

La política mexicana vuelve a mostrar su peor cara. Esta vez, con un escudo bien firme (y hasta humano) alrededor de Cuauhtémoc Blanco, exfutbolista, exgobernador y ahora legislador de Morena, a quien frenaron un desafuero por acusaciones de violación sexual.

Las expectativas eran otras: se pensaba que dentro de su propio movimiento al menos las diputadas no saldrían a defenderlo, pero las morenistas sorprendieron con un fervor digno de porra de estadio, respaldando a Blanco con el clásico “No estás solo”.

Diputadas de Morena defienden a Cuauhtémoc Blanco

Ni en su mejor época en el América le habían echado tantas porras. En plena discusión sobre su desafuero en la Cámara de Diputados, se subió a la tribuna, alentado por Adriana Belinda Quiroz y otras legisladoras de Morena. Desde abajo, le coreaban como si no fuera un político señalado por amenazar a su media hermana con un puesto público a cambio de relaciones sexuales.

Con micrófono en mano, Cuauhtémoc Blanco aseguró que es víctima de una “injusticia”, que su “conciencia está tranquila” y que no tiene problema en presentarse ante la Fiscalía. Mientras tanto, sus compañeras lo ovacionaban.

Las denuncias de violación no pesaron tanto como la lealtad política. Una vez más, Morena mostró que su prioridad no es proteger a las mujeres, sino a los suyos.

El pacto patriarcal en acción

Esto no es nuevo. No olvidemos que en 2021 el hashtag #PresidenteRompaElPacto se volvió tendencia cuando Andrés Manuel López Obrador se negó a retirar su apoyo a Félix Salgado Macedonio, quien tenía al menos cinco denuncias por abuso sexual y aun así fue candidato de Morena a la gubernatura de Guerrero.

El pacto patriarcal, ese acuerdo no escrito pero bien presente, es lo que mantiene a los hombres en el poder sin importar lo que hayan hecho. Es el sistema que prioriza el prestigio de los agresores y la protección de sus carreras políticas sobre la seguridad y justicia para las víctimas.

La complicidad es clara: Morena cierra filas alrededor de los acusados, las instituciones no les ponen freno, y el sistema penal está diseñado para hacer que las víctimas abandonen sus denuncias.

Y sí, este pacto no solo ocurre en Morena. Pero la doble moral se hace evidente cuando un partido que se dice “a favor de las mujeres” y “de izquierda” defiende a quienes ejercen violencia contra las mujeres.

¿Llegamos todas?

Con la llegada de Claudia Sheinbaum a la presidencia, muchas esperaban que las cosas cambiaran, que el famoso lema “Llegamos todas” se tradujera en acciones concretas para las mujeres en México.

Pero, ¿realmente llegamos todas si dentro de Morena se sigue protegiendo a los hombres acusados de violencia sexual? ¿Si el pacto patriarcal sigue más fuerte que nunca?

Tener a una mujer en la silla presidencial no significa que el feminismo haya ganado, sobre todo si esa misma mujer guarda silencio ante la impunidad dentro de su propio partido.

Morena protege a los suyos, ¿y a las víctimas?

Cuando las mujeres exigen justicia, las respuestas suelen ser tibias: “investigaremos”, “dejemos que la Fiscalía haga su trabajo”, “no hagamos juicios anticipados”. Pero cuando se trata de proteger a los suyos, ahí sí se apresuran. Ahí sí cierran filas. Ahí sí usan el poder del Estado para blindar a los acusados.


El caso de Cuauhtémoc Blanco es otro recordatorio de que para el oficialismo las mujeres siguen sin ser prioridad. Y aunque cada vez hay más voces exigiendo que este sistema cambie, el pacto sigue firme, las redes de impunidad intactas y la violencia de género sigue siendo un problemaque se normaliza desde el poder. Entonces, ¿a quién protege realmente Morena? Porque claramente no es para las mujeres.


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