Hay gente que en todos lados quiere figurar y llamar la atención sin importar el cómo. Si no, pregúntale a Lilly Téllez, quien volvió a hacer de las suyas en el Senado. Esta vez, no con discursos escandalosos, sino con una… ¿campana? Cada día más surreal el Senado.
Todo ocurrió durante la sesión donde se discutían los aranceles que impuso Estados Unidos a México. El senador morenista Javier Corral estaba en pleno discurso cuando, de la nada, Téllez decidió interrumpirlo a gritos. Esto hizo que la senadora Malú Mícher interviniera para exigir respeto y pedir que bajara el tono.
“Yo no voy a permitir que a usted se le diga llorón, yo no voy a permitir que a mí se me diga ‘narcolegisladora’, pero este país tampoco va a permitir que la ‘traidora a la patria’ siga gritando como si estuviéramos en la central camionera”, soltó Mícher, dejando claro que el Senado no es un lugar cualquiera.
Pero ni con eso lograron sentar a Téllez. Cuando Corral intentó continuar su discurso, Lilly decidió subir el nivel de la interrupción y sacó una campana para sonar en plena sesión. Sí, leíste bien: una campana. Ya solo faltaba que gritara “¡El gas, el gas!” o “¡Fierro viejo que vendaaaaan!”.
El escándalo fue tal que Gerardo Fernández Noroña, presidente de la Mesa Directiva, no se contuvo y soltó: “Alguien va a vender leche por aquí, pero ya es muy tarde. Parece que hay interés en la recolección de basura”.
Tanto era el caos que Noroña tuvo que declarar un receso para intentar calmar los ánimos.
Y así, otro día en el circo político mexicano, donde los debates se interrumpen con gritos, campanas y ocurrencias dignas de un sketch de comedia. Pero, bueno, este episodio se suma a una serie de confrontaciones en el Senado que han evidenciado la polarización política en México y la dificultad para llevar a cabo discusiones importantes sin interrupciones o descalificaciones.
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