¿Influencers o cantantes? La fiebre de los creadores de contenido por sacar música

Parece que ya no basta con ser influencer, tener millones de seguidores: ahora también hay que cantar (o intentarlo). La lista no para de crecer: Arigameplays, Kenia OS, Kimberly Loaiza, Los Polinesios, Yeri Mua y más se han lanzado al mundo de la música con resultados que van de “esto suena bien” a “¿era necesario?”. ¿Pero qué hay detrás de esta tendencia?

La nueva evolución del influencer

No es casualidad. Ser creador de contenido ya no es sólo grabarte en tu cuarto haciendo trends: ahora es un negocio multicanal y muchos buscan expandir su marca personal. Y qué mejor forma de hacerlo que a través de la música, un terreno que puede dar giras, contratos, y nuevos públicos.

La más reciente en subirse al tren fue Arigameplays, o Aria Bela (nombre artístico), una de las streamers más populares de México, quien acaba de sacar su primer sencillo “Pilates”. Y bueno, esto hizo que resurgiera el eterno debate sobre si los influences deberían dejar de sacar música. 

Claro, antes de ella ya habíamos sido testigos de otras figuras como Kenia OS, quien logró una transición más orgánica: de youtuber a cantante, firmada por una disquera grande, con giras sold out y fandom fiel. 

También Kimberly Loaiza ha sacado varios sencillos y hasta ha dado conciertos. Los Polinesios también probaron suerte en la música para acercarse más a su comunidad… aunque con más ruido entre su fandom que fuera de él.

Y ni hablar de Yeri Mua, que no ha dejado de sacar música mientras mantiene su carrera de influencer. La lista es larga, y de seguro ya te llegaron más nombres a la mente, porque sí, no se trata solo de uno o dos creadores de contenido, sino de muchos más.

El origen de los influencers cantantes

Este fenómeno donde cada día es más común ver cómo los influencers más populares deciden un día agarrar el micrófono y lanzarse al mundo de la música, es tan curioso como interesante. 

Si nos vamos un poco al pasado, por allá del 2016 el Roast Yourself Challenge fue toda una tendencia en YouTube. ¿Te acuerdas? Se trataba de hacer una canción donde los creadores “se tiraban hate a sí mismos”, como una forma creativa de responder a las críticas. Pero no eran simples parodias: algunas canciones se convirtieron en éxitos virales

Ahí vimos a influencers como YosStop, Los Polinesios, Caeli y muchos más sacar su primer tema musical, aunque fuera en tono de broma.

Lo que empezó como un reto terminó por abrirle la puerta a una nueva forma de contenido: musical, producido, coreografiado, visualmente potente. Y claro, con millones de vistas. Quizá desde ahí la idea de ser influencer y cantante empezó a ser más llamativa.

¿Por qué todos los influencers ahora quieren ser cantantes?

La respuesta no es tan sencilla como parece, y claro que también depende de cada persona. Pero hay ciertas cosas que nos hacen pensar en algunas razones por las que cada vez son más los creadores de contenido que debutan en la industria musical.

Hoy en día, un influencer no vive sólo de Instagram o TikTok. Los más grandes tienen ropa, maquillaje, libros… y ahora, canciones. Es diversificación de negocio, por lo que la música también es un buen campo al que entrar.

No olvidemos que la música tiene un poder que otros contenidos no logran. Puedes bailar, llorar o dedicar una canción. Muchos creadores buscan esa conexión más profunda con su audiencia.

A eso se suma que varios de estos influencers crecieron queriendo ser artistas (como muchos de nosotros también), pero encontraron primero la fama digital. Ahora que tienen los recursos y el público, retoman ese camino.

Claro que también está el factor monetario. Una base de fans fiel y millones de seguidores garantizan streams. Las disqueras ven más rentable fichar a una influencer con 10M en TikTok que a un cantante emergente sin seguidores.

Entonces… ¿todos los influencers pueden ser cantantes?

Ni blanco ni negro. El fenómeno dice mucho sobre cómo han cambiado los caminos hacia la fama. Antes, los cantantes luchaban por sonar en la radio; hoy, basta con ser viral.

Hay quienes disfrutan y defienden esta nueva ola de cantantes influencers. Y sí, hay casos exitosos: fans que crecieron viendo a su creador favorito y ahora lo apoyan también en el escenario.

Pero también hay quienes no logran separar la imagen del influencer de la figura del músico. Para ellos, ver a un creador cantando y aprendiendo coreografías no es lo mismo que seguir a un cantante que lleva años formándose, componiendo, ensayando. En sus palabras: tener fama no es igual a tener talento.

Y tienen un punto: hacer música no es lo mismo que ser cantante. Publicar una canción no te convierte en intérprete si no hay trabajo vocal o identidad artística. Aunque eso tampoco quiere decir que un influencer no pueda lograrlo. 

La línea es borrosa, sí. Pero los fans (y los no tan fans) tienen el poder de decidir con sus plays qué voces se quedan y cuáles solo fueron una etapa más en el timeline de internet. ¿Qué piensas tú? ¿Te emociona que tus creadores favoritos hagan música o crees que mejor nadota?


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