Curiosidades estéticas del cónclave

¡Habemus curiosidades papales! Estamos viviendo el histórico arranque oficialmente el cónclave en el Vaticano, ese evento ultra secreto donde los cardenales se encierran y salen con un nuevo Papa. Pero más allá de lo espiritual y lo político, hay un montón de detalles visuales y simbólicos que vale la pena observar, porque —aunque no lo parezca— la estética también comunica poder, mensaje y personalidad.

Así que toca seguir con nuestra skin de fashion watcher que nos dejó el MET Gala 2025 y seguir cada gesto, cada cortina, cada sotana… porque aquí, sí importa el hábito.

El escenario: la Capilla Sixtina

Primero lo primero: la locación. Esto no se celebra en cualquier sala de juntas, sino en la mismísima Capilla Sixtina, joya del arte mundial y, casualmente, el lugar perfecto para que los cardenales sientan la presión del Juicio Final (literal, está en la pared detrás de ellos). Cada vez que uno de ellos escribe un nombre y deposita su voto, lo hace a la altura de Cristo juzgando almas. Cero presión, ¿eh?

Luego tenemos que los tonos dominantes del lugar son el azul y el marrón, que de acuerdo con analistas, indican la conexión entre cielo y tierra. Pero durante el cónclave entran en escena otros colores clave como el rojo, símbolo del martirio (y del compromiso serio con la causa), y blanco, que representa la pureza y autoridad del que será elegido Papa.

La votación y el humo

Además del secretismo extremo que rodea todo el proceso, los cardenales tienen un truco para mantener el anonimato: escriben el nombre de su candidato con una caligrafía distinta a la suya, justo para que nada los delate. Luego, cada papeleta se perfora con una aguja y se ensarta en un hilo y se queman.

Y es donde entra el otro gran protagonista visual: el humo. Si es negro, nada aún. Si es blanco, prepárate porque habemus papam. Y, aunque aún no lo conozcamos, el atuendo que luzca en el balcón ya dirá mucho sobre el tono de su pontificado.

Moda que comunica: de sotanas y cruces

Porque sí, el estilo también es mensaje. No es lo mismo portar una cruz de oro con piedras preciosas que una de plata o madera. El material te puede decir si el candidato es más conservador o más progresista. 

Además, antes se mandaban a hacer tres sotanas blancas (talla S, M y L) para vestir al nuevo Papa apenas fuera elegido. Pero esta vez, diceeen, no se mandaron a hacer.

¿Por qué? Porque el Papa Francisco dejó huella también en el clóset del Vaticano. Con su estilo austero, nunca estrenó ropa, así que dejaron guardadas varias prendas papales sin usar. Entonces, muchos creen que el Vaticano, en honor a Francisco, seguirá su estilo y por eso no se mandó a confeccionar nada.

Aun así, las sastrerías que por años han vestido al papa en turno (Gammarelli y Mancinelli) confeccionaron tres por su cuenta y las mandaron “de regalo”, por si las dudas.

La Sala de las Lágrimas: donde empieza la transformación

Una vez elegido, el nuevo Papa se encierra un momento en la mítica Sala de las Lágrimas. Ahí puede llorar de emoción, y es donde se pone por primera vez su vestimenta blanca. Esa (in)vestidura lo convierte oficialmente en el Pontífice.

¿Un Papa con nuevo look?

La estética de Francisco marcó tendencia: nada de bordados dorados, ni fajines lujosos. Prefirió lo sobrio y reciclado. ¿Seguirá esta corriente el próximo? ¿Regresaremos al lujo?

Tendremos que prestar atención a los detalles: cruz, gafas, calzado, y demás. Quizá dentro de poco (dependiendo de cuánto dure el cónclave veremos si el nuevo Papa es un reformista como Francisco o lo opuesto.

Y claro, comentamos cuando asome la sotana en el balcón. Aunque sí, ya se empieza a sentir esa nostalgia por Jorge Mario Bergoglio. ¿Tú ya tienes a tu candidato favorito?


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