Ahora sí que la batalla por el ibuprofeno más accesible va a comenzar. Este lunes, la presidenta Claudia Sheinbaum presentó los detalles sobre su nuevo proyecto estrella: las Farmacias del Bienestar, que llegarán a lo largo de 2025 y que, según se explicó con bombo y platillo desde la “Mañanera del pueblo”, buscan garantizar el acceso gratuito a medicamentos para todas y todos.
¿Qué son las Farmacias del Bienestar?
Según lo dicho por Sheinbaum, estas farmacias serán construidas a partir de este año y estarán ubicadas en clínicas del IMSS, ISSSTE, IMSS-Bienestar, y hasta en tiendas Diconsa reconvertidas. La promesa es simple: medicinas gratis para quien lo necesite, como parte de su estrategia “Salud Casa por Casa”.
La presidenta dijo que hacia finales de 2025 ya se verán avances en la instalación de estos puntos, enfocados sobre todo en atender a la población adulta mayor y prevenir enfermedades.
Pero, antes de emocionarnos con la promesa de medicinas gratuitas, conviene revisar el panorama actual. En 2024, el IMSS dejó de surtir más de 11 millones de piezas de medicamentos, afectando a millones de derechohabientes que, en muchos casos, tuvieron que buscar alternativas por su cuenta. Y ni hablar de las largas filas y fechas de espera a las que te tienes que enfrentar.
¿Farmacias del Bienestar vs Dr. Simi?
Mientras tanto, Farmacias Similares ha sido, durante años, el salvavidas para quienes no encuentran sus medicamentos en el sistema público. Con precios accesibles, consultorios adjuntos y la inconfundible botarga del Dr. Simi, estas farmacias han llenado un vacío que el gobierno no ha podido cubrir. La pregunta es: ¿podrán las Farmacias del Bienestar competir con esta fórmula probada y efectiva?
Ahora el gobierno parece querer competirle… aunque con un enfoque distinto: medicamentos gratis en vez de baratos, y sin necesidad de ver al Dr. Simi bailar mientras esperas tu turno.
Pero mientras Farmacias Similares lleva décadas funcionando (y tirando peluches en conciertos), el sistema de salud pública todavía no logra garantizar medicamentos básicos para todos. Y sí, crear nuevas farmacias suena bien, pero primero hay que llenar de medicinas las que ya tenemos, contar con suficiente personal de salud, equipar a hospitales y demás.
Este ambicioso proyecto de Farmacias del Bienestar suena bien, pero sin una estrategia clara para resolver los problemas estructurales que ya arrastra el sistema de salud pública, corre el riesgo de convertirse en otro fracaso. Mientras tanto, el Dr. Simi sigue bailando, recordándonos que, en la práctica, el acceso a la salud en México sigue siendo un privilegio y no un derecho garantizado.
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