El uso de plantas con fines medicinales es uno de los rituales más antiguos de nuestros ancestros. Incluso en la actualidad, aún existen familias que conservan conocimientos sobre botánica y saben cómo sacarles el mayor provecho para utilizarlas en remedios caseros, no solo en temas de salud, sino también de belleza y muchas cosas más.
La cúrcuma es una planta originaria de la India y del sudeste asiático. Existen grandes cultivos de esta planta en algunos países de Latinoamérica, como Brasil y Perú, que la distribuyen alrededor del mundo, especialmente en países europeos y asiáticos. Sus múltiples beneficios la han convertido en una de las plantas de mayor consumo, ya que sus usos son variados y también se emplea ampliamente en la cocina.
La cúrcuma como propiedad medicinal y regenerativa
Fuente de potentes antioxidantes y propiedades antiinflamatorias, la cúrcuma es ampliamente utilizada en la medicina ayurvédica y china para tratar distintos problemas de salud. Algunos de ellos van desde un simple dolor de estómago hasta el control de condiciones hepáticas. También es muy utilizada para tratar inflamaciones y enfermedades de la piel, como el acné y la psoriasis.
En la medicina occidental, se ha estudiado como un analgésico que ayuda a aliviar el dolor de articulaciones y músculos, actuando además como un agente curativo que apoya en el control de enfermedades como la artritis y la artrosis. En adultos mayores, es un excelente aliado gracias a sus propiedades naturales, que no generan efectos adversos y pueden encontrarse fácilmente en mercados o tiendas naturistas.
En cuanto a la estética y la belleza, también es una excelente fórmula para combatir manchas causadas por la exposición al sol o las ojeras que aparecen por falta de sueño. Gracias a sus antioxidantes, cumple diversas funciones que benefician la piel. Puede consumirse en distintas presentaciones. La cúrcuma es un elemento indispensable en muchos países orientales, siendo parte de su rutina diaria para mantener un cutis limpio, uniforme e hidratado.
¿Cómo se consume la cúrcuma?
El uso de la cúrcuma es muy versátil, ya que puede consumirse y aplicarse de muchas maneras. Una de las formas más comunes es en polvo, el cual se añade a sopas, guisos, adobos y ensaladas. También puede usarse como colorante natural en bebidas, gracias a su peculiar color amarillo intenso. Muchas amas de casa la diluyen en un vaso con agua y la toman una o dos veces al día, durante dos o tres días a la semana. También se puede encontrar en cápsulas y tés, lo que facilita su consumo antes o después de realizar tus actividades.
La cúrcuma es una planta con grandes beneficios preventivos. No esperes a sufrir una enfermedad para empezar a consumir esta milagrosa planta medicinal. Infórmate con expertos sobre su uso adecuado y dónde conseguirla. Recuerda que los productos naturales también son una gran fuente de nutrientes y vitaminas, que sin duda ayudarán a llevar un estilo de vida más saludable y a prevenir enfermedades futuras. Úsala de acuerdo con tus necesidades y disfruta de sus increíbles beneficios.
Por Pedro Amezquita, practicante de comunicación
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