SCJN dicta fallo histórico en el caso de Fátima Quintana: reconoce a sus padres como víctimas y exige reparación sin topes

Han pasado poco más de diez años desde el feminicidio de Fátima Quintana, una niña de 12 años que fue violada y asesinada por tres hombres en el Estado de México. Y aunque la justicia ha sido lenta, este miércoles la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) dio un paso que podría marcar un antes y un después en cómo se atienden los feminicidios en México.

Por unanimidad, la Primera Sala de la SCJN avaló el proyecto de la ministra Margarita Ríos Farjat, el cual reconoce a los padres de Fátima como víctimas indirectas y ordena una nueva sentencia sobre la reparación del daño, sin imponer topes económicos. Pero no solo eso: también obliga al Estado de México a tomar acciones concretas para garantizar que casos así no se repitan.

SCJN dicta fallo histórico en feminicidio infantil de Fátima Quintana

El fallo señala que la reparación integral del daño no puede limitarse a cifras ni a trámites burocráticos. Por eso, la Corte pide que se contemplen medidas simbólicas y estructurales: desde una disculpa pública oficial con presencia protegida de la familia, hasta la construcción de una estatua en honor a Fátima en el lugar donde ocurrió el crimen.

También se plantea pavimentar el camino de terracería donde fue hallado su cuerpo, instalar vigilancia en la zona (cámaras, botones de auxilio, rondines) y mejorar el transporte público que conecta a la comunidad. Todo esto con el fin de visibilizar la violencia de género y garantizar el derecho de las niñas y mujeres a una vida libre de violencia.

La resolución de la Corte también exige medidas enfocadas en la no repetición: talleres comunitarios sobre violencia de género, capacitación a autoridades locales en derechos humanos y género, y el uso de tecnología para prevenir desapariciones o agresiones.

El fallo subraya que este tipo de medidas son esenciales para reintegrar la dignidad de la víctima, enviar un mensaje claro de cero tolerancia a la violencia feminicida, y proteger a quienes aún enfrentan amenazas.

¿Qué le pasó a Fátima Quintana?

Fátima Quintana desapareció el 5 de febrero de 2015 mientras regresaba de la secundaria en Santa María Zolotepec, Estado de México. Horas después, su familia halló pistas que los llevaron al peor escenario: su sudadera con sangre, un cuchillo abandonado… y, finalmente, el cuerpo de Fátima en un canal.

Los agresores —Luis Ángel y Mizael Atayde Reyes, y José Juan Hernández Tecruceño— golpearon, violaron y asesinaron a Fátima. A pesar de las amenazas contra su familia y el desplazamiento forzado que sufrieron (se tuvieron que mudar a otro estado precisamente por las amenazas), los padres de la niña iniciaron una batalla legal que ha durado una década.

Uno de los responsables fue condenado a prisión vitalicia; otro, a más de 78 años. El tercero, por ser menor de edad, solo estuvo cinco años internado y ya está en libertad. Además, la familia enfrentó un proceso legal lleno de trabas: en un inicio, ni siquiera se les reconoció como víctimas indirectas.

Justicia por Fátima: Una lucha que no termina

Además de perder a Fátima, su familia enfrentó la pérdida de otro hijo, Daniel, debido a negligencia médica en 2020. A pesar de todo, sus padres, Lorena y Jesús, han mantenido su lucha activa, exigiendo justicia no solo para su hija, sino para todas las víctimas de feminicidio.

El fallo de la Suprema Corte no borra el dolor, pero sí sienta un precedente histórico en la lucha contra la violencia feminicida y el abandono institucional. Un paso firme hacia la reparación digna, la memoria, y la justicia para Fátima.


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