Aunque la revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (aka TMEC) estaba programada para julio de 2026, el gobierno mexicano ya se está poniendo las pilas… porque en Washington ya están calentando motores con amagos de aranceles y un Trump que nomás no suelta el tema.
Y sí, el mismísimo Marcelo Ebrard, secretario de Economía, ya lo dejó claro: México quiere adelantar la renegociación para evitar más sustos (o amenazas) arancelarios. En una charla con la Coparmex este lunes, dijo que probablemente será en el segundo semestre de este año cuando se sienten a la mesa. Todo esto mientras se enfría el tema de los llamados aranceles recíprocos.
Entre amenazas, aranceles y Trump
Desde que el presidente estadounidense, Donald Trump, regresó a escena el pasado 20 de enero, la relación bilateral se volvió a poner tensa. Todo porque este señor quiere “ajustar o terminar” el T-MEC porque, según él, Estados Unidos no ha salido ganando. Ya desde su primer mandato se traía ese tema, pero ahora regresó con todo.
Y mientras tanto, empresas mexicanas ya están enfrentándose a problemas como productos como el acero, el aluminio y otras importaciones que no entran dentro del TMEC están siendo castigados con tarifas del 25%. Si no cumplen las reglas de origen del tratado, más impuestos.
México quiere agarrar la delantera
Por eso, desde Palacio Nacional quieren adelantarse. Que no les agarren en curva y que no nos agarren en plena guerra comercial. De paso, quieren mandar señales claras a los inversionistas que ya están algo nerviosos con tanto vaivén político. La meta es mantener el Plan México, esa gran estrategia de inversión que tiene más de mil proyectos apuntados y unos 277 mil millones de dólares en juego.
De hecho, Ebrard dijo que una de las claves será aprovechar el tiradero que dejó la guerra comercial entre China y Estados Unidos, y jalar inversiones en sectores clave como los semiconductores y los productos farmacéuticos.
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