Parece que al gobernador de Puebla, Alejandro Armenta, no le gustó que la ONU y Amnistía Internacional le dijeran que su nueva “Ley Censura” suena bastante autoritaria. Y no solo eso: también se quejó de que no le echan porras por lo bueno que, según él, ha hecho en su estado.
Reprocha Armenta condena de la ONU a su ley censura
La polémica se encendió luego de que entrara en vigor en Puebla una reforma al Código Penal que castiga el “ciberasedio”. ¿Qué es eso? Pues todo aquel que “insulte, injurie, ofenda, agravie o veje” a otra persona en medios digitales… con suficiente insistencia. Suena a que es para combatir el acoso, pero aquí va el giro: la ley no define qué es “insistencia suficiente” ni qué se considera una ofensa.
Así que, sí, un meme, una crítica al gobierno o hasta un comentario sarcástico podrían ser interpretados como delito. Por eso, organismos como Artículo 19 están prendiendo las alarmas, advirtiendo que esta ambigüedad legal podría usarse para perseguir a periodistas o ciudadanos incómodos para el poder.
Pero mientras eso pasaba, Armenta salió a reclamarle a la ONU por meterse en lo que no le toca (según él) y de paso, reprochó que nadie lo felicitó por otras cosas:
“Yo no he visto a la ONU hablar de cómo en Puebla disminuyó el 30 por ciento de los feminicidios”, dijo el gobernador en conferencia de prensa, visiblemente molesto. “No veo que se pronuncien las organizaciones internacionales de Derechos Humanos”, insistió.
“Claro, es nuestra obligación, no estamos haciendo nada extraordinario, pero disminuir 30% los feminicidios en Puebla es una tendencia que venía a la alza”.
O sea, sí es su chamba, pero igual siente que debería haber más reconocimiento (aunque la ley que está defendiendo pueda vulnerar derechos humanos básicos como la libertad de expresión).
Además, Armenta defendió su visión del gobierno, diciendo que es “humano y sensible”, pero que la ley tiene que ser firme, porque si no, “todo el mundo la pisotea”. El problema es que esa firmeza parece más bien una camisa de fuerza para la libertad de expresión.
Deja un comentario