Burger King y la polémica del “Menú Roro”: ¿tradwife aesthetic o estrategia de marketing con mensaje conservador?

Burger King España lanzó una nueva campaña llamada Grand King, en la que influencers se convierten en embajadores de distintos menús personalizados. Una de ellas fue Roro, influencer española muy popular en redes… y también muy polémica por su imagen pública ligada a la estética tradwife (es decir, esposa tradicional).

Y sí, en redes ya se hizo viral el cartel de Burger King con Roro por varias razones: no solo por el diseño del cartel, sino por lo que muchos consideran un mensaje profundamente conservador.

Los problemas detrás del anuncio de Burger King con Roro

Roro ha ganado popularidad por su contenido, en el que sigue (voluntaria o no) una estética específica: ser complaciente con su pareja

En el cartel publicitario, Roro aparece vestida completamente de verde, con un fondo del mismo color y hasta la mesa tiene ese color. Pero el verde no es solo un color bonito. En política, los colores comunican, y este detalle no pasó desapercibido para muchas personas.

En Latinoamérica, el verde se asocia con los movimientos a favor del aborto legal, pero en España, ese mismo color tiene otro peso: es el color insignia del partido de ultraderecha VOX, conocido por su postura antifeminista y ultraconservadora. También se utiliza en marchas contra el aborto y por “la familia tradicional”.

Pongamoslo así, es como si la campaña fuera hecha en México y Roro apareciera vestida y con el fondo azul, color que usa el PAN (partido conservador) y que también lo utilizan en marchas en contra del aborto. 

¿Coincidencia? Tal vez. Pero cuando una campaña millonaria pone tanto énfasis en un solo color, con un personaje público que representa una versión edulcorada de la obediencia femenina… bueno, las sospechas son válidas.

El menú que no va de Roro

Y para rematar, el menú ni siquiera va sobre ella, es “el menú que le apetecía a Pablo” con el que se le critica por servilismo a los hombres.

Ese tipo de frase se ha convertido en casi casi una firma de la influencer, que suele hablar de cómo le cocina a Pablo y cómo su propia satisfacción gira en torno a hacerlo feliz. Aunque esto puede parecer “inofensivo” para algunos, es importante ver el contexto más amplio: ese estilo de vida se promueve como ideal y deseable para otras mujeres, sobre todo adolescentes y chicas jóvenes que la siguen.

A eso se le suma el estilo retro del cartel. Desde el peinado, los accesorios, el vestuario. Todo remite al marketing de los años 50, cuando las marcas vendían electrodomésticos con el eslogan: “Haz feliz a tu esposo” y que le “enseñaban” a las mujeres “cómo ser una buena ama de casa”.

Entonces, ¿es una campaña política?

No lo sabemos con certeza. Pero cuando el marketing toma prestados símbolos ideológicos —colores, estilos, discursos estéticos— no es ingenuo. El marketing y la publicidad es lenguaje, y este cartel habla. No con gritos, sino con guiños. Con códigos. Quizás no todo es tan inocente como parece.


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