Después de armar tremenda polémica en redes por unos comentarios machistas —y que le ganaron críticas y hasta una multa de la FMF—, Chicharito salió a ofrecer disculpas públicas. Pero la gran pregunta es: ¿fue suficiente?
Todo empezó con unas declaraciones del delantero de Chivas que encendieron la conversación sobre género y estereotipos. Tan se le fue de las manos el asunto, que hasta la presidenta Claudia Sheinbaum le dedicó unas palabras en la Mañanera, y la Secretaría de las Mujeres también le puso el ojo encima.
Después de todo el alboroto, Javier Hernández publicó una disculpa en sus historias de Instagram, donde dijo lamentar profundamente si sus palabras causaron molestia: “Nunca fue mi intención limitar, herir ni dividir”.
El futbolista agregó que, como padre y miembro de la comunidad, quiere actuar con más respeto y sensibilidad en sus mensajes: “Estoy escuchando, reflexionando y comprometido a expresarme con mejor claridad”.
También aceptó que este episodio le dejó un aprendizaje importante: “Creo que el cambio empieza por uno mismo”, dijo, según comprometiéndose a crecer como persona.
A pesar del tono arrepentido, la disculpa dividió opiniones, pero para la mayoría la disculpa llegó tarde y suena más a control de daños que a reflexión real.
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