Estos son los riesgos de la LlaveMX y CURP biométrica: ¿identidad segura o vigilancia a gran escala?

En plena era digital, el gobierno mexicano está apostando por centralizar nuestros datos personales y biométricos como nunca antes. Bajo el argumento de agilizar trámites y mejorar la búsqueda de personas desaparecidas, la administración de Claudia Sheinbaum ha optado por la creación de una CURP biométrica obligatoria, vinculada a la plataforma LlaveMX.

Y el resultado no ha sido más que un montón de promesas de eficiencia gubernamental… y alertas rojas sobre vigilancia, suplantación de identidad y riesgo masivo de filtraciones de datos. Aquí te contamos lo bueno, lo malo y lo bien preocupante.

Los problemas con la CURP Biométrica 

A diferencia de la CURP tradicional, esta nueva versión incluirá no solo tu nombre, nacionalidad y fecha de nacimiento, sino también tus huellas dactilares, fotografía y —eventualmente— el iris. 

Todo esto quedará almacenado en una Plataforma Única de Identidad, bajo control de la Secretaría de Gobernación, y su uso será obligatorio para acceder a servicios de salud, educación, programas sociales, trámites fiscales, y hasta para contratar una línea de teléfono. Sí, así como lo lees: sin CURP biométrica, simplemente no existes en el sistema.

Además, los datos no serán solo para uso administrativo. También podrán ser consultados —sin necesidad de orden judicial— por la Guardia Nacional, la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, el Centro Nacional de Inteligencia, y autoridades de los tres niveles de gobierno. Básicamente, tu información estará disponible en tiempo real para casi cualquier autoridad que lo solicite.

Se estima que el 75% de los trámites dejarán de ser presenciales, y la CURP biométrica será clave para identificarse en línea. Desde el nacimiento, todos los mexicanos tendrán una versión digital de su identidad con foto y huellas. Y aunque la intención es, en teoría, buena (hacer más fáciles los trámites y mejorar la localización de personas desaparecidas), los riesgos no son menores. 

¿Y la seguridad de tus datos? 

Aquí es donde entra LlaveMX, la plataforma del gobierno para “facilitar” todos tus trámites en línea. El problema, según expertos, es que su nivel de seguridad deja mucho que desear. Víctor Ruiz, especialista en ciberseguridad y fundador de SILIKN, advirtió que: “Es sumamente preocupante que la creación de un usuario en la plataforma sea posible únicamente con el CURP, un número telefónico y un correo electrónico cualquiera”.

O sea, ni siquiera necesitas conocimientos técnicos para suplantar a alguien y acceder a trámites fiscales, consultas médicas, documentos oficiales… o hasta solicitar un crédito a nombre de otra persona.

El diputado Alfonso Rubalcava, por su parte, realizó una demostración mostrando lo fácil que es robar la identidad de alguien usando solo su CURP y crear una cuenta en LlaveMX. Aunque el gobierno ha defendido que LlaveMX sí tiene filtros de seguridad, los hechos documentados indican que esos filtros son, en el mejor de los casos, endebles.

Además, lo cierto es que la CURP puede obtenerse fácilmente en línea (muchas veces sin verificación robusta), por lo que la combinación entre su alta disponibilidad y los bajos controles de autenticación de LlaveMX es, en palabras del experto, una bomba de tiempo para el fraude y el robo de identidad.

Suplantación, fraudes y acceso a datos sensibles

Según expertos, los riesgos no se limitan a la creación de cuentas falsas. Lo verdaderamente grave es lo que se puede hacer con ellas:

  • Modificar o acceder a datos personales.
  • Desviar beneficios gubernamentales (como becas o apoyos sociales).
  • Obtener documentos fiscales.
  • Suplantar identidad para solicitar servicios financieros.
  • Vender la información en el mercado negro digital.

Además, ante una posible filtración el impacto sería irreversible. ¿Por qué? Porque los datos biométricos no se pueden cambiar como una contraseña.

¿Quién protege tu información?

Mientras el gobierno sostiene que esta integración facilitará la vida digital del ciudadano promedio, organizaciones como la R3D (Red en Defensa de los Derechos Digitales) advierten desde hace años que la centralización de datos biométricos en sistemas gubernamentales es un riesgo gigante.

No hay evidencia de que los sistemas masivos de identificación biométrica sean efectivos. Los diseños centralizados representan un grave riesgo de vulneración con consecuencias irreversibles. Estas estructuras concentran grandes volúmenes de información en un solo punto vulnerable. La filtración de estos datos comprometería la vida entera de las personas”, han advertido.

¿Más eficiencia o más vigilancia?

La pregunta sigue en el aire. Lo que es claro es que estamos entrando a una nueva era donde tu identidad digital será el boleto de entrada a casi todo: salud, educación, gobierno, servicios y hasta tu vida financiera.

Pero mientras la tecnología avanza, las garantías sobre cómo se usan, almacenan y protegen nuestros datos aún no están claras. Y como dicen por ahí, si tu identidad puede ser robada con un clic, entonces no estás más conectado… estás más expuesto.

Está bien que el gobierno quiera facilitarnos la vida digital. Pero también está más que claro que con grandes bases de datos vienen grandes responsabilidades… y el riesgo de que nos digan que fue un “error del sistema” cuando lo que falló fue la protección de nuestra privacidad.


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