La LXI Legislatura de Querétaro aprobó por unanimidad la famosa Ley Kuri, impulsada por el gobernador Mauricio Kuri, que busca proteger a niñas, niños y adolescentes de los peligros del entorno digital. En teoría, la medida pinta para ser un parteaguas en la forma de regular el uso de redes sociales y celulares en el estado.
El gran reto, como siempre, será ver si esto se queda solo en teoría… o realmente logra cambiar algo.
¿De qué va la Ley Kuri?
La reforma contempla, entre otras cosas, que los menores de 14 años no puedan abrir cuentas en redes sociales, mientras que aquellos entre 14 y 18 solo podrán hacerlo con autorización expresa de sus padres o tutores. Las plataformas digitales, por su parte, estarán obligadas a implementar mecanismos de verificación de edad, bloquear contenidos inapropiados y prevenir que los adolescentes entren por la puerta trasera con perfiles falsos.
Otro punto clave es la prohibición del uso de celulares inteligentes en las escuelas del estado. La lógica oficial es que así habrá más concentración en clase, mejor rendimiento escolar y menos ansiedad relacionada con la hiperconexión.
¿Por qué dicen que es necesaria?
Los datos que presentó el gobierno estatal pintan un panorama preocupante: el 70 % de los menores en Querétaro ya usa al menos una red social, y casi la mitad (45 %) lo hace con perfiles falsos, sin supervisión de un adulto. Además, adolescentes de hasta 17 años pueden pasar alrededor de seis horas diarias conectados.
A esto se suma que el 32.7 % de mujeres entre 12 y 19 años ha sido víctima de ciberacoso y el 30 % ha recibido mensajes de desconocidos para verse en persona. Según las autoridades, la Ley Kuri es una respuesta a estos riesgos que no son menores: ciberacoso, grooming, acoso sexual en línea e incluso intentos de reclutamiento por parte del crimen organizado.
Suena bien… pero ¿va a funcionar?
Aquí es donde surgen las dudas. Porque aunque la intención de la Ley Kuri es clara y bastante loable, no está nada claro cómo lograrán que gigantes como TikTok, Instagram o Facebook implementen verificaciones de edad que realmente funcionen, ni cómo frenarán que los menores entren usando otras cuentas o simplemente tomen prestado el celular de un adulto.
Tampoco está claro qué tipo de mecanismos podrían implementar las plataformas para verificar la edad de los usuarios.
Sobre la prohibición de celulares en escuelas, la pregunta lógica es qué pasará en situaciones de emergencia o si algún profesor usa el teléfono como herramienta de trabajo o apoyo didáctico.
Eso sí, el gobierno estatal asegura que esto no va solo. La Ley Kuri viene acompañada de campañas de educación digital para las familias y la creación de “Zonas Jóvenes”, espacios culturales y deportivos que sirvan como alternativa a pasar todo el día pegados a una pantalla.
La intención es buena, los datos que la respaldan son fuertes… pero queda por verse si todo esto se quedará en buenos deseos o realmente cambiará la forma en que menores y familias se relacionan con el mundo digital.
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