La cosa se puso tensa en la alcaldía Cuauhtémoc este martes, cuando un grupo de madres y padres de familia de la primaria Gustavo Pedro Mahr decidió bloquear la Avenida Guerrero y su cruce con Mosqueta, para exigir algo que debería ser básico en cualquier escuela: seguridad para sus hijos y justicia para su director.
Madres y padres de familia bloquean avenida Guerrero y su cruce con Mosqueta en la colonia Guerrero
De acuerdo con las y los manifestantes, hace unos días una madre de familia ingresó al plantel y golpeó al director de la escuela. Pero lo más alarmante es que, según varios testimonios, no fue la primera vez.
Padres y madres señalan que la misma mujer ya había agredido e insultado al director hace aproximadamente un mes. Ahora la escuela no tiene director, y aunque han acudido a la SEP a pedir una solución, la respuesta ha sido silencio total.
Con pancartas en mano, los manifestantes exigieron que las autoridades actúen contra la agresora, quien, aseguran, ha amenazado también a otros miembros del personal docente y mantiene a la comunidad escolar “en constante tensión”.
¿Qué es lo que exigen madres y padres de familia de la primaria Gustavo Pedro Mahr?
Pero la protesta no es solo por el tema de violencia. Los padres aprovecharon para levantar la voz por el estado general de la escuela. Entre sus exigencias está:
- Más seguridad dentro y fuera del plantel
- Contratación de personal docente, ya que hay carencia de maestros
- Apoyo en servicios básicos, como personal de limpieza y mantenimiento
La comunidad educativa denuncia que no hay condiciones adecuadas para que sus hijos estudien, y que la situación se ha ido deteriorando sin que nadie de la SEP, la alcaldía o el gobierno capitalino les dé una solución.
Una escuela en abandono
La primaria Gustavo Pedro Mahr, como muchas otras en la ciudad, enfrenta un abandono institucional que se refleja no solo en sus instalaciones, sino en la falta de protección para quienes trabajan y estudian ahí. El hecho de que una persona pueda entrar a agredir a un directivo y siga libre, sin consecuencias, es un foco rojo enorme.
Por ahora, las madres y padres mantienen la presión bloqueando vialidades clave, con la esperanza de que alguna autoridad por fin los escuche y tome cartas en el asunto. Porque sí, en pleno 2025, todavía hay que salir a las calles para pedir algo tan básico como que una escuela sea un espacio seguro y digno para las y los niños.
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