Sheinbaum niega investigación contra Adán Augusto por caso Bermúdez y ‘La Barredora’ en Tabasco

En una mañanera que dejó más dudas que respuestas, la presidenta Claudia Sheinbaum negó tajantemente que exista alguna investigación contra Adán Augusto a pesar de que su exsecretario de Seguridad en Tabasco, Hernán Bermúdez Requena, hoy es prófugo internacional, buscado por Interpol en más de 100 países por presuntos vínculos con el grupo criminal “La Barredora”.

“No se está investigando”: Sheinbaum sobre Adán Augusto

Cuando le preguntaron si se estaba siguiendo una investigación contra Adán Augusto —exgobernador de Tabasco, compadre político del expresidente López Obrador y uno de los hombres más fuertes de Morena—, Sheinbaum fue directa:

No se está investigando. De parte del gobierno, no. No se ha pedido ninguna investigación”.

Eso sí, dijo que el Gabinete de Seguridad explicará cómo fue que Bermúdez Requena llegó a ese punto de ser prófugo, y cómo se giró la orden de aprehensión. Pero sobre Adán nada.

¿Un nuevo García Luna?

Bermúdez Requena no es cualquier exfuncionario: fue secretario de Seguridad estatal durante el gobierno de Adán Augusto en Tabasco. Las acusaciones dicen que lideraba “La Barredora”, un grupo criminal con presuntos vínculos al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).

Y justo aquí empieza a sonar a déjà vu… ¿no suena esto un poquito al caso García Luna? Ya sabes, el exsecretario de seguridad que acabó sentenciado por sus vínculos con el narco mientras trabajaba codo a codo con Felipe Calderón. Entonces, si en su momento Morena exigió con toda razón que Calderón respondiera por su funcionario estrella, ¿por qué ahora todo es silencio?

El doble discurso de Morena

Lo peor es que ya había señales desde hace años. En 2022, los famosos Guacamaya Leaks revelaron que la SEDENA ya tenía bajo el radar al gobierno de Adán Augusto por permitir la infiltración del crimen organizado en su administración. Y sí, ahí ya se hablaba de “La Barredora”.

Pero Adán salió limpio. Nunca lo tocaron. Al contrario, fue premiado con cargos de más peso político. Lo delicado no es solo que Sheinbaum diga que no se está investigando, sino lo que eso implica: el manto de protección sigue vigente.

El mismo AMLO en su momento dijo que era difícil creer que Calderón no supiera nada de su funcionario, entonces ¿no sería lo mismo para Adán Augusto? Si la 4T quiere mantener su discurso de combate a la corrupción, lo lógico sería pedir a Adán Augusto que coopere con las autoridades. Porque si no, esto suena más a encubrimiento que a justicia.

A todo esto le sumamos que el abogado de Ovidio Guzmán recientemente acusó al gobierno mexicano de estar coludido con el Cártel de Sinaloa. Incluso señaló directamente a la presidenta Sheinbaum de ser “defensora” de este grupo. 

¿Hasta cuándo va a durar el blindaje político?

Este caso no es solo un escándalo más. Es una prueba de fuego para el gobierno de Sheinbaum y su promesa de no repetir los errores del pasado. Si realmente se quiere romper con el “narcogobierno”, es momento de dejar de proteger a los cercanos.

Si no se actúa, lo que veremos será más impunidad, más silencio cómplice, y otro sexenio manchado por la sombra del crimen organizado colándose por los pasillos del poder. Porque como diría el mismísimo AMLO: “el pueblo no es tonto, tonto es el que cree que el pueblo es tonto”.


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