Sheinbaum no quiere que Estados Unidos intervenga en México… ¿pero qué hay detrás de esas acusaciones?

En una entrevista reciente en el podcast The Shawn Ryan Show, la periodista canadiense Katarina Szulc, especializada en seguridad nacional y con experiencia en América Latina, lanzó una afirmación fuerte: asegura que la presidenta Claudia Sheinbaum y el partido Morena tienen “lazos con el narco”.

Sheinbaum y Morena tienen nexos con el narco: Szulc

Szulc dijo que está “100% segura” de que la presidenta tiene lazos con el crimen organizado. ¿Su argumento? Que si de verdad le preocupara la seguridad del país, ya habría dado la orden de “acabar con los narcos”

También mencionó que hay señales —según ella, muy claras— de que el gobierno estadounidense está investigando a líderes de Morena, que hay visas canceladas y hasta pagos del Cártel de Sinaloa al expresidente López Obrador. Lo cual nos hace recordar no solo a la visa cancelada de la gobernadora de Baja California, sino al reciente chismecito del exfuncionario de AMLO que acusan de presunto lavado de dinero para García Luna. Ojo.

Pero lo que más llamó la atención fue su lectura sobre lo que está pasando en la frontera sur. Szulc afirma que la presión del gobierno estadounidense habría obligado a Sheinbaum a tomar medidas para reforzar la seguridad y evitar lo que podría haber sido una intervención directa de Washington

Según su análisis, la presidenta estaría actuando no tanto por iniciativa propia, sino para que Estados Unidos no sienta que tiene que meter las manos en el país.

“Y la intervención de Estados Unidos en México realmente empujó a la presidenta Claudia Sheinbaum para actuar en la frontera sur porque ella no quería ver un México donde hubo intervención estadounidense.

“Ella quería mantener la autonomía (…) ella quiere que México siga siendo México, ella no quiere que los mexicanos sientan que su propio gobierno no puede lidiar con el problema por sí mismos (…) creo que 100%… 100% creo que definitivamente tiene lazos con el narcotráfico en México”, mencionó.

¿Sheinbaum actuó por México… o para evitar que Estados Unidos se meta?

Este tipo de declaraciones siempre levantan polémica. Primero, porque los vínculos entre gobiernos y crimen organizado son cosas muy delicadas. Pero también porque abren un debate que ya se venía gestando desde hace tiempo: ¿hasta qué punto el combate al narcotráfico en México es realmente una prioridad, y no solo una estrategia para mantener una imagen internacional?

Hasta ahora, ni Sheinbaum ni el gobierno federal han respondido directamente. Y tampoco se han presentado pruebas que las respalden más allá del testimonio de Szulc. 

Aun así, el hecho de que estas declaraciones estén circulando en medios internacionales —y que coincidan con una etapa donde la relación entre México y Estados Unidos en materia de seguridad está tensa— ya es suficiente para que muchos empiecen a cuestionar los motivos detrás de ciertas decisiones políticas.

Porque aquí el tema no es sólo si las acusaciones son ciertas, sino qué tanto pesan las presiones externas en las decisiones del gobierno mexicano. ¿Estamos viendo un giro real en la estrategia contra el narco o sólo un movimiento diplomático para calmar a los vecinos del norte?


Al final del día, lo que está en juego es la confianza en la autonomía del Estado. Si las decisiones que se toman desde Palacio Nacional responden más al temor de lo que diga o haga Estados Unidos, que a una agenda propia de justicia y paz, entonces sí hay razones para preocuparnos. Porque combatir al crimen organizado no debería ser una estrategia de relaciones públicas, sino una política de Estado con impacto real en la vida de millones de personas.


Comments

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *