Después de tanto aplazar, negociar y darle largas al asunto, Ovidio Guzmán, mejor conocido como “El Ratón” e hijo del infame Joaquín “El Chapo” Guzmán, se declaró culpable de los cargos de narcotráfico que enfrenta en Estados Unidos.
Ovidio Guzmán cambia su declaración
Si bien al principio “El Ratón” dijo “no culpable”, parece que algo cambió (quizá los acuerdos bajo la mesa o el miedo a pasar décadas tras las rejas), porque el 30 de junio decidió admitir su responsabilidad en varios delitos relacionados con el tráfico de drogas.
Lo interesante es que este movimiento no fue anunciado con bombos y platillos. Fue un documento judicial el que confirmó el giro: “Deseo declararme culpable del cargo imputado, consentir a la disposición del caso en el Distrito Norte de Illinois en el que estoy detenido y renunciar al juicio en el distrito arriba mencionado”, se lee en el archivo que se compartió un día después.
Como parte del trato, la Fiscalía del Distrito Este de Nueva York decidió retirar los cargos en su contra para dejarle toda la chamba a la Corte de Chicago, que ahora llevará el proceso completo.
Este movimiento deja clarito que detrás del cambio de declaración hay un acuerdo con las autoridades gringas, y aunque no se han revelado todos los detalles (porque así funciona esto), se sospecha que podría estar preparando el camino para convertirse en testigo colaborador a cambio de una condena reducida.
¿Y qué pasó con las audiencias aplazadas?
Por si no lo recuerdas, Ovidio ya había tenido varias citas con la justicia estadounidense… pero nada se concretaba. En su momento, sus abogados alegaron que necesitaban más tiempo para afinar detalles. Ahora todo apunta a que ese tiempo extra sirvió para cerrar un trato con los fiscales, uno que claramente le conviene más que jugarse el todo por el todo en un juicio largo y desgastante.
Por ahora, Ovidio Guzmán permanecerá en custodia federal en Chicago, esperando que se formalice su sentencia. Pero si la historia se repite como con otros capos, lo que viene podría ser un desfile de revelaciones, acuerdos bajo la mesa y una condena que no necesariamente se refleje en años tras las rejas.
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