¿Ya no aguantas tu trabajo? Antes de renunciar, conoce tus derechos por ley en México

Renunciar a tu trabajo puede sonar como una bocanada de aire fresco… o convertirse en un viacrucis si no sabes qué te toca por ley. Antes de aventar la toalla y salir por la puerta grande (o por la de atrás), aquí te explicamos qué derechos tienes al presentar tu renuncia voluntaria.

¿Qué derechos laborales tengo al renunciar?

En México, la Ley Federal del Trabajo te respalda si decides renunciar por voluntad propia. No necesitas justificación, ni la bendición de tu jefe. Lo recomendable es presentar una carta de renuncia por escrito, donde indiques tu nombre, puesto, fecha y último día laboral. Aunque también puedes hacerlo de forma verbal, pero siempre será más recomendable hacerlo por escrito.

Tampoco es obligatorio avisar con anticipación, la ley del trabajo no establece sanciones por no avisar, pero si puedes dar unos días (digamos, 15), te puede evitar chismes o conflictos laborales después.

¿Qué me toca si renuncio?

Ojo, no porque tú decidas irte significa que no tienes derecho a nada. Al presentar tu renuncia voluntaria, el patrón debe pagarte lo que se conoce como finiquito, que incluye:

  • Tu sueldo pendiente hasta el último día trabajado.
  • Parte proporcional del aguinaldo correspondiente al tiempo del año que hayas laborado.
  • Vacaciones no disfrutadas y la prima vacacional (el 25% extra por vacaciones).
  • Prima de antigüedad, si llevas más de 15 años en la empresa..
  • Prestaciones adicionales si las tenías en tu contrato: bonos, fondo de ahorro, utilidades, etc.

Todo esto debe pagarse una vez entregada tu renuncia, y tienes hasta un año para reclamarlo si no lo recibes.

¿Qué no te toca si renuncias?

Es importante aclarar que al renunciar voluntariamente no te corresponde indemnización, ni los famosos “tres meses de sueldo” por despido injustificado. Eso aplica solo si te corren sin causa justificada.

Tampoco firmes nada sin leerlo. Si la empresa te quiere hacer firmar una renuncia “voluntaria” aunque en realidad te estén despidiendo, podrías perder tus derechos de defenderte legalmente.

¿Y si no me pagan el finiquito?

Si después de entregar tu renuncia no te pagan lo que te deben, no te quedes de brazos cruzados. Tienes opciones:

  • Acude a la PROFEDET (Procuraduría Federal de la Defensa del Trabajo), donde dan asesoría legal gratuita.
  • Presenta tu caso ante el Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral.

Eso sí, hazlo dentro de los 2 meses siguientes a tu renuncia, porque después podrías perder tu derecho a reclamar.

Renunciar puede ser el inicio de algo mejor, pero no dejes que se vuelva una experiencia amarga por no conocer tus derechos. Sí puedes renunciar cuando quieras, pero también tienes derecho a que te paguen lo justo por lo que ya trabajaste.

Así que si ya estás listo para salir de ese trabajo que ya no te aporta nada, hazlo con la frente en alto, con tu carta en mano… y con tu finiquito bien calculado.


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