El reguetón encendió el Palacio de los Deportes durante los tres shows que Maluma ofreció en la Ciudad de México, pero uno de los momentos más comentados no tuvo que ver con la música, sino con un fuerte llamado de atención del cantante colombiano a una fan.
En videos que circulan, se observa al intérprete de Hawái interrumpir su presentación para dirigirse a una mujer que tenía en brazos a un bebé de aproximadamente un año para decirle:
“Señora, no lo traiga, déjelo ahí. Con todo respeto, yo ya soy padre… ese bebé ni siquiera sabe qué está haciendo aquí”, dijo Maluma.
Entre el fanatismo y la irresponsabilidad
Aunque es probable que la madre haya hecho un gran esfuerzo económico para conseguir las entradas —considerando el alto costo que pueden tener los boletos para este tipo de conciertos—, la decisión de llevar a un bebé a un evento con música a alto volumen, aglomeraciones y poca ventilación ha encendido un debate sobre los límites del fanatismo y la responsabilidad parental.
Maluma, que también es padre, fue claro al dar su consejo: “La próxima vez protéjale los oídos o algo.”
¿Qué riesgos de salud hay para el menor?
Especialistas en pediatría advierten que los conciertos pueden representar riesgos serios para infantes, como daño auditivo por la exposición prolongada a decibeles elevados, estrés, deshidratación y falta de descanso.
¿Un gesto de cuidado… o una humillación pública?
Para algunos, el regaño de Maluma fue un acto de empatía y protección; para otros, una exposición innecesaria de la fan. Sin embargo, lo que no deja lugar a duda es que la seguridad y bienestar de un menor deben estar por encima del deseo de cumplir un sueño personal, por más entradas que se hayan pagado y por mucho que cueste ver a un ídolo en vivo.
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