El caso de Paola Nicole, una joven de tan solo 14 años, ha cobrado mayor relevancia tras su muerte a causa de una cirugía estética ocurrida el 20 de septiembre en la Clínica Santa María, ubicada en la capital del estado de Durango. La intervención para la colocación de implantes mamarios y lipoescultura solo fue autorizada por su madre.
El padre ya dio las primeras declaraciones, en las que afirmó no haber estado enterado de la cirugía estética. Además, señaló a la madre y a su actual pareja como los principales responsables de su muerte.

Negligencia y corrupción médica que se vive en el país
Durante los últimos días se ha viralizado en redes sociales y en diferentes medios de comunicación el caso de la joven Paola Nicole, quien a sus 14 años fue sometida a una cirugía estética por parte de la pareja de su madre, de quien solo se conoce que presume ser médico cirujano y que, junto con la madre de Nicole, ejerce funciones en sistemas de salud.
Carlos Said Arellano, padre de Nicole, declaró a los medios que su ex pareja y madre de su hija ejerce funciones como enfermera y doctora sin contar con estudios previos dentro del área de salud. Además, señaló como culpables a ella y a su pareja médico cirujano, de haber sometido a la menor a una cirugía estética de implantes mamarios y lipoescultura, realizada sin su conocimiento ni autorización.
Para Carlos, la muerte de su hija fue notificada por la madre como una complicación de COVID-19. Sin embargo, días más tarde, la fiscal general Sonia Yadira de la Garza informó que el 20 de septiembre, alrededor de las 19:24 horas, recibió un reporte del C5 en el que una trabajadora social de la clínica reportó la muerte de la menor, quien presuntamente había ingresado tres días antes por complicaciones respiratorias.

Un caso que se fue desarrollando con el paso de los días, hasta descubrir la verdad de los hechos
El Ministerio Público afirma que la menor fue trasladada de la clínica a la funeraria, donde entrevistaron a ambos padres, identificados como Paloma Jazmín y Carlos Said Arellano Aragón, quienes confirmaron que su hija había fallecido por complicaciones de salud a causa del COVID-19, mostrando incluso un certificado de defunción.
Sin embargo, al día siguiente de la declaración, Said Arellano acudió a la fiscalía para denunciar que su hija había sido sometida a una cirugía estética sin su conocimiento, información que descubrió al revisar el cuerpo y encontrar cicatrices en el pecho, donde se introdujeron los implantes mamarios, tras un mensaje anónimo que recibió por personal del hospital.
Las autoridades ya trabajan para esclarecer este caso que sigue siendo motivo de desconcierto
Tras la denuncia del padre, el titular de la Comisión para la Protección contra Riesgos Sanitarios de Durango, Saúl Fernández Saracho, informó que, según el expediente, Paola Nicole sí fue sometida a dos cirugías estéticas: implantes mamarios y una lipoescultura abdominal.
El examen preliminar de médicos forenses confirmó que, debido a estas intervenciones, la menor sufrió un edema cerebral y daños pulmonares. La fiscalía abrió una carpeta de investigación y solicitó un dictamen patológico especializado para ampliar la información sobre su muerte.
Hasta el momento, se sabe que las sanciones por la muerte de Paola recaen sobre la madre y el cirujano: la primera por omisión ciudadana al no informar al padre de Nicole y el segundo a causa de una mala praxis médica en caso de que los reportes del dictamen patológico así lo demuestren, recayendo la total responsabilidad de esta práctica sobre el cirujano estético.
México y el vacío legal en las cirugías estéticas
A pesar de que en México existen leyes que regulan los establecimientos de cirugía estética y plástica, como la NOM-016-SSA3-2012 para la infraestructura y equipamiento, y la Ley General de Salud, basada en el artículo 272 Bis, que exige que dichos procedimientos sean realizados por médicos especialistas con licencia sanitaria, no hay leyes claras que establezcan una edad mínima para someterse a procedimientos estéticos en menores de edad.
Esto ha convertido al país en un atractivo para personas de otros países que buscan cirugías estéticas sin la vigilancia y protocolos adecuados.
Expertos señalan que las cirugías estéticas en menores implican alto riesgo por inmadurez anatómica, inestabilidad emocional y desarrollo incompleto, factores que elevan las posibilidades de complicaciones. Aun así, la madre de Nicole permitió que su hija fuera sometida a dos cirugías invasivas que terminaron con su vida a tan solo 14 años de edad.
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