La noche del martes 16 de septiembre, el chofer encargado de transportar la pipa que explotó en el puente de la alcaldía de Iztapalapa fue reportado como fallecido por la Secretaría de Salud de la Ciudad de México. Con su muerte, ya suman un total de 19 víctimas, a tan solo unos días del accidente.
Fernando Soto Mungia, de 34 años, había sido recientemente trasladado al Hospital de Traumatología “Victoriano de la Fuente Narváez”, donde resistía con las quemaduras de más del 90% de su cuerpo.
¿Un accidente que dejó sin responsables tras la muerte del conductor?
Fernando Soto Mungia trabajaba para la empresa Transportadora Silza, que forma parte del Grupo Tomza, a cargo de los empresarios Tomás Zaragoza Ito y Tomás Zaragoza Fuentes, quienes anunciaron la responsabilidad legal del accidente, que aún mantiene en situación de riesgo a más de 90 personas hospitalizadas, muchas de ellas con un alto porcentaje de quemaduras en todo su cuerpo.
La empresa Silza detalló que actualmente se encuentran activando protocolos de apoyo a las familias de las personas afectadas por el accidente de la explosión, además de que se activaron tres pólizas de seguro, que garantizan la ayuda completa a quienes se encuentran hospitalizados.
La Jefa de Gobierno de la CDMX dio a conocer que Fernando Soto había sido custodiado por las autoridades, pero que esto no equivalía a un tipo de detención, ya que, en palabras de la Fiscalía, la situación de salud grave en la que se encontraba impedía judicializar su expediente, dejándolo sin cargos ni proceso penal hasta el momento de su fallecimiento.
¿Qué dicen las autoridades sobre lo que causó el accidente?
La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México detalló que el exceso de velocidad por parte del chofer fue un factor clave en la tragedia que ha cobrado la vida de 19 personas, aunque actualmente existen varias líneas de investigación que trabajan con áreas periciales en química, criminalística y tránsito terrestre.
En la versión preliminar, se menciona que la pipa chocó con un objeto sólido, lo que provocó una ruptura en el casquete del vehículo, por donde salió el gas, causando inmediatamente la explosión, que sigue cobrando vidas de quienes se encontraban cerca del lugar del accidente.
Hasta el momento, 32 personas permanecen hospitalizadas, cinco de ellas en estado grave, entre ellas la bebé Jaclyn Azulet, quien fue rescatada por su abuela Alicia Matías Teodoro, fallecida hace unos días tras complicaciones al ser hospitalizada por el accidente.
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