Pyjama Man, el fan que atacó a Ariana Grande, es sentenciado a 9 días de prisión, ¿qué nos dice esto sobre la seguridad de los artistas?

Después de que hace un par de días se hizo viral el caso de Johnson Wen, el fan que atacó a Ariana Grande en uno de sus eventos de promoción para la segunda parte de “Wicked: For Good”, hace unas cuantas horas se dio a conocer que había sido sentenciado a nueve días de prisión por haber violado los protocolos de seguridad del evento y atentar contra la seguridad de los artistas, en donde dicho caso nos recuerda la fragilidad de este tema y lo importante que es abordarlo para darle mayor visibilidad.

Selena Quintanilla, John Lennon, Dimebag Darrell y Christina Grimmie son algunos de los casos más sonados sobre artistas que han sido asesinados a manos de un crimen hecho por sus mismos fans, historias que han pasado a la historia moderna y que nos recuerdan el peligro de la obsesión por parte de los fanáticos que llevan a otro nivel su admiración hacia los artistas.

Influencer australiano es sentenciado por ataque a Ariana Grande y múltiples artistas

A días de haber sido tendencia por haber atentado contra la seguridad de Ariana Grande en un evento de promoción en Singapur, John Wen, mejor conocido en redes sociales como “Pyjama Man”, fue condenado a nueve días de prisión por una sentencia dictada por el magistrado Cristopher Goh, quien calificó las acciones como “premeditadas”, señalando que el joven merecía un castigo ejemplar, información difundida por parte del New York Times.

Durante su juicio se destacó que Wen ya había interrumpido otros conciertos de artistas como Katy Perry y The Weeknd, lo cual era una clara evidencia de un patrón de conducta orientado a llamar la atención. A pesar de mencionar que su intención no era causar daño alguno, la serie de publicaciones en sus cuentas evidenciaba la celebración de sus acciones de una manera irónica y sin comprender la gravedad del asunto.

¿Qué tan vulnerables están los artistas en temas de seguridad ante la obsesión por parte de este tipo de fans?

Aunque la mayoría de los artistas suelen estar rodeados de equipo de seguridad, su alto nivel de exposición pública puede rebasar este tipo de medidas al encontrarse vulnerables frente a una gran cantidad de público que se encuentra bajo una explosión de emociones y sensaciones que pueden nublar los límites de respeto hacia el espacio personal y la seguridad de sus artistas favoritos. Aunque, mucho ojo, esto no es una excusa para que dichos fans se salten protocolos de seguridad y atenten contra los artistas.

La exposición en espacios abiertos, la accesibilidad digital y el estigma y la subestimación del acoso son algunos de los factores más sobresalientes que ponen en riesgo la integridad de los artistas frente a un elevado número de asistentes en sus eventos; y es que no en todo se puede tener el control, y mucho menos cuando estos han sido previamente investigados y perseguidos para conocer la mayoría de sus pasos.

La admiración extrema puede transformarse en conductas invasivas y peligrosas incluso sin darnos cuenta, por lo que es muy importante que nos planteemos límites entre lo que conocemos y admiramos del artista y la reafirmación de que, al final del día, también son seres humanos que se abruman y padecen los mismos miedos y sensaciones que nosotros.

Selena Quintanilla como uno de los casos más relevantes de acoso de fans en Latinoamérica y Estados Unidos

En el año de 1991, Yolanda Saldívar fundó el club de fans de Selena Quintanilla en el estado de Texas, Estados Unidos. Aunque al inicio solo parecía una seguidora más que demostraba su admiración y respeto por el trabajo de la artista, en 1994 su posición dentro de la familia fue cada vez más importante, a tal grado de recibir información personal y profesional de Selena.

Durante ese mismo año, la familia Quintanilla descubrió que Yolanda Saldívar desviaba fondos del club de fans y de las boutiques de Selena, aunque no fue hasta el año de 1995 cuando Selena decidió despedirla ante su creciente comportamiento manipulador y agresivo. Lo que, a finales del mes de marzo de ese mismo año, causó que la cantante fuera asesinada por Yolanda tras haberse reunido por temas de papeleo en un hotel del estado de Texas.

Al igual que Selena, varios artistas han sido víctimas de hostigamiento de fans, engaños y persecuciones por parte de seguidores que no logran medir el impacto que tienen sus acciones en la vida de los artistas, llevando su admiración a un nivel sin límites sanos que solo pone en riesgo su integridad como seres humanos comunes que están fuera de los reflectores.


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