El 20 de mayo de 1983 se reportó por primera vez el descubrimiento de un virus muy particular conocido como VIH (virus de la inmunodeficiencia humana). Este descubrimiento transformaría radicalmente el abordaje y la prevención de una nueva y misteriosa enfermedad que las autoridades sanitarias empezaron a detectar en mayor medida en personas de la comunidad gay a principios de los 80.
Desde entonces se ha mantenido una lucha constante, no solo con el tema de la estigmatización social hacia las personas que sufren este padecimiento, sino también en temas de acceso a medicamentos y tratamientos que ayudarían a disminuir las cifras de mortalidad, sobre todo en personas de bajos recursos que no podían costear los primeros tratamientos que fueron descubiertos.

Origen y descubrimiento del VIH como un padecimiento que vino a cambiar el mundo
Las primeras y principales hipótesis sobre el origen del VIH apuntan a que es el resultado de una zoonosis, es decir, el paso de una enfermedad transmitida de animales a humanos. Aunque actualmente, y de manera concreta, se conoce que esta enfermedad es una versión mutada del virus de inmunodeficiencia símica de una especie de chimpancé que habita en África central.
Aunque todavía se desconoce gran parte de la historia del VIH, diferentes estudios alrededor del mundo han situado su origen a finales del siglo XIX, donde la mayoría de los casos que hicieron que se tuviera mayor visibilidad sobre este virus fueron en Estados Unidos, donde posteriormente se identificó como causa oficial del SIDA, aunque algunos reportes indican que los primeros casos ocurrieron en los años 1920 y 1930 en algunas ciudades africanas

Durante estos primeros años, el virus comenzó a propagarse por el continente africano a través del contacto directo con sangre u otros fluidos corporales de personas infectadas, hasta que en la década de 1970 llegó a Estados Unidos.

Diez años después, médicos estadounidenses y europeos comenzaron a recibir a los primeros pacientes jóvenes, que en su mayoría pertenecían a personas homosexuales, heroinómanos y migrantes provenientes de Haití, los cuales, ante el aumento de casos, tuvieron que ser calificados bajo el nombre de síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA).
El acceso a tratamientos y medicamentos como uno de los principales problemas históricos
Desde que fueron detectados los primeros casos de VIH, la lucha por el acceso a tratamientos antirretrovirales ha sido una de las más presentes dentro de la comunidad homosexual en todo el mundo. El 24 de marzo de 1987 se reunió un grupo activista de 250 miembros que pertenecían al llamado “AIDS Coalition to Unleash Power”, los cuales salieron a las calles de Nueva York para protagonizar una demostración por las muertes en la intersección de Broadway y Wall Street.

Esta organización fue fundada en el Centro de Servicios Comunitarios de mujeres lesbianas con el apoyo de hombres homosexuales. Su objetivo era claro: exigir que las compañías farmacéuticas y las autoridades gubernamentales permitieran el acceso inmediato y accesible a los tratamientos contra el SIDA, que en el año de 1987 ya contaba con por lo menos un fármaco aprobado o algunos ensayos, los cuales en gran parte eran destinados a personas blancas privilegiadas o con contactos en la política y la medicina.

Aunque las cosas lograron mejorar durante unos cuantos años, en el año 2000 el acceso a este tipo de medicamentos aumentó drásticamente gracias a la reducción de precios, como uno de los resultados principales de la movilización de diferentes organizaciones ante autoridades y figuras políticas en diversos países.
Aunque hay mayor acceso que en un inicio, aún queda mucho por avanzar
Es cierto que desde 1987 el acceso a estos medicamentos ha sido más fácil gracias a la constante lucha de generaciones anteriores que sentaron las bases para que así fuera. Sin embargo, no se puede cantar aún victoria total, ya que aún existen muchas zonas y regiones marginadas alrededor del mundo donde su acceso ni siquiera es del todo posible o suficiente para lograr un tratamiento completo y digno para los pacientes.

En la actualidad, la mayor parte de los países no pueden costear los gastos totales de las nuevas opciones de tratamiento, ya sea que se trate de medicamentos de primera línea o de algunos otros tratamientos de segunda línea.
Por ello también se ha observado una disminución en términos reales de los recursos destinados a institutos y programas globales como el Fondo Mundial de la lucha contra el SIDA, la tuberculosis y la malaria, junto con algunos planes de emergencia del gobierno de Estados Unidos.
Mitos y realidades sobre el VIH/SIDA como una construcción cultural estigmatizada a lo largo de estos años de lucha
- El VIH o SIDA se contagia por abrazos, besos o por usar cubiertos y prendas de la persona contagiada: Esto es totalmente FALSO, ya que el VIH no se transmite por la saliva, sudor, lágrimas o por usar platos o el mismo baño que la persona que porta el virus. Lo que sí es verdad es que este se transmite a través de fluidos específicos como la sangre, el semen o incluso la leche materna. Por eso hay que estar bien informado sobre este tema y evitar caer en estos mitos.
- Las personas que tienen VIH están sentenciadas a muerte: ¡Claro que no! En la actualidad, las personas que padecen esta enfermedad pueden tener una vida totalmente normal y digna, siempre y cuando estén bajo un tratamiento antirretroviral moderno que les permite tener una esperanza de vida igual a la de cualquier ciudadano promedio.
- Esta enfermedad solo la pueden contraer las personas homosexuales: El VIH, al igual que la mayoría de las enfermedades, no distingue edades, género u orientación. Cualquier persona con prácticas de riesgo puede adquirirlo, y pensar lo contrario solo alimenta una cultura estigmatizada e ignorante que afecta la prevención en la población general.
- Una persona con VIH siempre va a poder transmitirlo: Quizás esta sea una de las razones principales por las cuales millones de personas en el mundo tienen miedo a mantener una relación sexual o sentimental con personas que tienen VIH, pero déjame decirte que esto es totalmente falso. Una persona con este virus que se encuentra bajo tratamiento y con carga viral indetectable no transmite el virus por vía sexual, aunque los preservativos siguen siendo una herramienta importante.


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