El famoso caso de Sister Hong ha resurgido, pero ahora en México, en donde un hombre conocido como Juan Pablo “N” se vestía de mujer para extorsionar a hombres de la ciudad de Mérida, Yucatán, con conversaciones comprometedoras en donde les exigía fuertes sumas de dinero si no querían que dichas conversaciones llegaran a sus familiares, junto con diversos mecanismos de presión en contra de las víctimas.
A inicios del mes de julio del 2025, el caso original de Sister Hong se hizo famoso alrededor del mundo, en donde un hombre de 38 años originario de Nankín, China, se vestía de mujer para citar a hombres en su apartamento y grabarlos mientras tenían relaciones sexuales, además de que le daban regalos peculiares como fruta, despensa y otros alimentos de canasta básica.
El caso de Sister Hong llegó a México y está inspirando a que se cometan actos de abuso y extorsión en el país
La Fiscalía General del Estado de Quintana Roo informó el día de ayer jueves 4 de diciembre que un juez dictó auto de vinculación a proceso contra el ciudadano Juan Pablo “N”, detenido en la ciudad de Mérida en coordinación con la Fiscalía General del Estado de Yucatán. De acuerdo con el boletín oficial que fue emitido por la institución, el hombre de 43 años de edad es investigado por su probable participación en hechos constitutivos del delito de extorsión digital.
El detenido fue trasladado al municipio de Benito Juárez después de cumplimentarse la orden de aprehensión en su contra, donde se dio a conocer que el imputado utilizaba un perfil falso en línea en el que se hacía pasar por una mujer para poder contactar a los hombres que fueron víctimas de sus extorsiones, una modalidad que rápidamente derivó en comparaciones públicas con el caso internacional de Sister Hong, que se hizo popular a mediados de este año.
El primer caso que derivó de exigencias económicas hacia las víctimas de la Sister Hong versión mexicana
La detención de Juan Pablo “N” en Mérida se llevó a cabo tras una denuncia presentada en el estado de Quintana Roo, en donde se desarrolló la primera parte de la investigación. El boletín de la Fiscalía Especializada en Combate a Delitos de Secuestro y Extorsión detalló que la víctima había establecido comunicación con Juan Pablo “N” a través de un sitio web, en donde, conforme avanzó la interacción, el imputado ejerció mecanismos de presión sobre exigencias económicas.
Información por parte de la fiscalía detalla que la primera solicitud fue de 3 mil pesos, la cual estuvo acompañada de amenazas relacionadas con la divulgación de información personal. Pero eso no es todo, pues el agresor volvió a contactar a la víctima para solicitar esta cantidad y, aunque sí hubo el depósito del dinero, el agresor elevó la suma a 12 mil pesos; sin embargo, al decirle que no tenía esta suma, solo le depositó mil 800 pesos.
Las exigencias continuaron en una tercera solicitud, en donde, a manera de castigo por no cumplir con el pago acordado, el agresor solicitó esta vez la cantidad de 20 mil pesos, advirtiendo que, de no recibirlos, enviaría las conversaciones a los familiares de la víctima.
La mayoría de los esquemas de extorsión por internet inician con un primer contacto digital
La información de este caso demuestra que el primer esquema o contacto hacia las víctimas inicia desde un espacio digital, el cual evoluciona a través de exigencias económicas y extorsiones hacia las víctimas. Este tipo de casos ocurre principalmente cuando las personas comparten información personal o material íntimo, el cual después es usado como un medio de presión en su contra.
En 2023, según la Encuesta Nacional de Victimización de Empresas (ENVE), en México se cometieron 747 mil delitos de extorsión, de los cuales solo 113 mil correspondieron a extorsiones en la calle, establecimientos o cobro de piso, dejando un gran margen en el que la mayoría se habría realizado vía internet o por otros medios distintos a los presenciales.
Actualmente, Juan Pablo “N” ya fue trasladado a Quintana Roo, en donde, de acuerdo con información de la fiscalía, el juez de control impuso prisión preventiva como una medida cautelar por un periodo de dos años o por el tiempo que dure el proceso, mientras que la fiscalía y autoridades continúan con la investigación complementaria para integrar datos adicionales a este caso.
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