Petróleos Mexicanos (Pemex) no ve la luz al final del túnel. En lo que va de este año, la petrolera acumuló pérdidas gigantescas de 430 mil millones de pesos, un golpe que no se había visto desde la crisis de 2020 por la pandemia. Sólo en el tercer trimestre de 2024, Pemex reportó pérdidas de 161 mil 455 millones de pesos, una cifra que supera por 104% las pérdidas del mismo periodo del año pasado.

¿Qué está pasando con Pemex?

La empresa explicó en su informe a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) que esta caída tiene muchas causas: ventas más bajas, un aumento en el deterioro de sus activos y un impacto negativo en el tipo de cambio. Aunque el costo de ventas bajó y aumentó el rendimiento por instrumentos financieros derivados, estas buenas noticias no alcanzaron para compensar los problemas más grandes.

Caen las ventas y la deuda sigue alta

Pemex también reportó una disminución del 7.7% en sus ingresos, que sumaron 426 mil 794 millones de pesos en el trimestre, por debajo de los 461 mil millones del mismo periodo de 2023. Esta caída se atribuye a la menor venta de crudo y la fortaleza del peso frente al dólar, que ha hecho que las exportaciones sean menos atractivas.

Y aunque la petrolera logró reducir su deuda a 97 mil 300 millones de dólares (6.4% menos que en 2023), sigue siendo una carga enorme. La deuda de Pemex ahora representa el 5.6% del PIB nacional, un nivel preocupante para las finanzas públicas.

La promesa incumplida de “soberanía energética”

Pemex reconoció que únicamente pudo cumplir con la mitad del mantenimiento programado para sus refinerías en 2023 por falta de presupuesto. Desde 2019, la petrolera sólo presentó utilidades en dos de los seis años de la gestión de Octavio Romero Oropeza, alcanzando ganancias en 2022 y 2023 gracias a una baja en el pago de impuestos. 

La falta de mantenimiento aumenta los riesgos críticos, pero sin fondos suficientes, la empresa tampoco ha podido implementar acciones preventivas. Aunque en su momento el expresidente Andrés Manuel López Obrador prometió recuperar la “soberanía energética”, esta meta sigue quedando en el aire.

Plan de rescate: ¿funcionará?

En medio de esta situación, Pemex trabaja con la Secretaría de Hacienda en un régimen fiscal especial que permita adaptarse a su realidad actual. Víctor Rodríguez Padilla, el director de la empresa, anunció que este plan incluye recortar costos, aumentar ingresos, cancelar subsidios, refinanciar deudas y, sobre todo, adaptar el régimen fiscal a la situación de Pemex. 

Esto permitiría aprovechar campos que hoy no son rentables, pero que podrían representar un alivio si las condiciones cambian.

Analistas, como Alejandra Marcos de Intercam, recalcan la urgente necesidad de una reforma en la operación y finanzas de Pemex. La empresa necesitará un apoyo de cerca de 17 mil millones de dólares el próximo año para cubrir sus deudas y mantener sus operaciones. Esto evidencia, según Marcos, que Pemex sigue siendo un riesgo para las finanzas públicas del país y requiere de un plan estructural para enfrentar los desafíos que vienen.