El ajolote, ese animalito que todos conocemos por el billete de 50 pesos o como un ícono de la cultura mexicana, está al borde de la extinción. Según la UNAM, si no hacemos algo pronto, podría desaparecer por completo de los canales de Xochimilco para el 2025.
Esto no es sólo una mala noticia para las y los amantes de este anfibio único, ¡nos afecta a todas y todos! Su pérdida tendría consecuencias en nuestro ecosistema y en la ciencia médica.
¿Por qué el ajolote está en peligro?
Hace unas décadas, Xochimilco estaba lleno de ajolotes; en 1998, había hasta 6,000 ajolotes por kilómetro cuadrado. Pero hoy, debido a la contaminación del agua, el cambio climático y la invasión de especies externas, los números han caído brutalmente. Para 2013, ¡sólo quedaban 36 ajolotes en libertad! Ahora, estudios de la UNAM alertan que, si no actuamos ya, los ajolotes desaparecerán de su hábitat natural muy pronto.
¿Cómo nos afecta la desaparición del ajolote?
Los ajolotes son fundamentales para el equilibrio del ecosistema en Xochimilco, ya que mantienen bajo control a otras especies y son indicadores de aguas limpias. Sin ellos, perdemos una especie única en el mundo, pero también podríamos ver cómo se deteriora aún más el agua en esta área tan importante para la Ciudad de México. Además, afecta a otros animales y plantas, y con ellos, a actividades como la pesca y la agricultura.
¿Sabías que el ajolote es una estrella en la ciencia?
Lo más increíble del ajolote es su súperpoder de regeneración: pueden hacer crecer partes de su cuerpo como extremidades, corazón, hígado y hasta partes de su cerebro. Por eso, los y las científicas lo estudian para entender cómo funciona la regeneración y desarrollar tratamientos para humanos en temas de medicina regenerativa y cáncer.
La investigadora Tania J. Porras Gómez, de la UNAM, y su equipo están investigando si también pueden regenerar sus órganos reproductivos, de ser así podría haber una forma de preservar esta icónica especie y, a la par, beneficiaría a la ciencia y medicina.
Proyectos de rescate: ¡aún hay esperanza!
La UNAM y los chinamperos de Xochimilco están trabajando en conjunto para darle al ajolote una nueva oportunidad.
El biólogo Luis Zambrano González está introduciendo ajolotes en áreas protegidas donde no hay mucha actividad humana para ayudarlos a prosperar de nuevo. Además, la investigadora Norma Moreno Mendoza trabaja en la creación de un repositorio de germoplasma, donde se almacenará el ADN de esta especie para preservar su información genética.
¿Qué podemos hacer para ayudar?
El ajolote es más que un animalito curioso; es parte de nuestra cultura y de nuestra naturaleza. Lo vemos en los billetes de 50 pesos y en el equipo de básquetbol de la NBA G-League de la CDMX.
Si queremos que las futuras generaciones también lo conozcan, debemos apoyar iniciativas de conservación, ser conscientes de cómo nuestras acciones impactan el ambiente y difundir información para que más personas se unan a su defensa. ¡Salvar al ajolote está en nuestras manos!
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