5 curiosidades de Frankenstein, la nueva película de Guillermo del Toro de la que todo el mundo está hablando

El pasado 7 de noviembre se estrenó en la plataforma Netflix, Frankenstein, una nueva película del director mexicano Guillermo del Toro, en donde su tradicional conteo que abarca del 3 al 11 de noviembre, ha logrado acumular 29.1 millones de visualizaciones durante su primera semana de estreno, lo que ya nos da un spoiler del gran recibimiento que ha tenido por parte del público.

La película, que originalmente se encuentra basada en la novela de la autora Mary Shelley, lidera el top 10 de Netflix en 93 países alrededor del mundo, entre ellos Argentina, Brasil, Canadá, Estados Unidos, Chile, México y muchos otros que le han dado un excelente recibimiento. Por eso, a continuación te presentamos cinco curiosidades sobre la nueva joya cinematográfica del tío Guillermo del Toro.

1.- Andrew Garfield fue originalmente elegido para darle vida al monstruo de Frankenstein

Por muy difícil que sea de creer, déjame decirte que no se trata de especulaciones, sino de una completa verdad. El actor Andrew Garfield participó en gran parte de la preproducción al ser el primer elegido para interpretar al monstruo de Frankenstein. El equipo de maquillaje ya tenía listo un diseño específico para la parte física del actor; sin embargo, a las pocas semanas del rodaje, Garfield abandonó el proyecto por supuestos conflictos con su agenda.

Fue hasta después de su abrupta salida cuando Jacob Elordi fue seleccionado de emergencia, lo que obligó al equipo a rediseñar todo. Señalaron que habían tardado meses en construir una criatura, y que en tan solo un par de días esta fue destruida para empezar otra desde cero. Así lo dio a conocer el equipo de efectos especiales a IMDB.

2.- Guillermo del Toro rechazó la estética del cine de época y del cine actual

Información publicada por The Hollywood Reporter reveló que el director mexicano detesta las películas de “época de museo”; por ello prohibió el uso de colores pastel, encuadres “elegantes” y fondos digitales, algo que gran parte del público agradece y aplaude como sello distintivo de Guillermo del Toro.

Ante este rechazo, toda la película fue filmada en locaciones y sets físicos a escala real, creados por el equipo creativo. Tanto el laboratorio como la casa del actor fueron cuidadosamente diseñados y seleccionados para evitar el uso del CGI o de la inteligencia artificial, decisiones que le dieron a la película una textura y sentimiento físico cargados de devoción, rompiendo con los conceptos anteriores del clásico.

3.- Oscar Isaac tenía miedo de que esta nueva versión de Frankenstein fuera muy mexicana

En una entrevista para GQ, el actor de origen guatemalteco Oscar Isaac comentó que en el set de la película solo hablaba en español con Guillermo del Toro, lo cual cambió la dinámica de una producción internacional donde la mayoría de los actores hablan en inglés. También señaló que la película era un melodrama mexicano muy emotivo, al tratarse de una historia europea contada desde un punto de vista profundamente latino.

Ante estas declaraciones, Guillermo del Toro mencionó que los románticos ingleses, en cierto sentido, eran ingleses tratando de ser mexicanos, pues esto alude al exceso, la pasión y la emocionalidad que también ve en México. Para él, la bibliografía de la humanidad es una de familias rotas.

4.- Jacob Elordi se preparó intensamente y estudió butoh y canto gutural para encarnar a la criatura

Para crear una criatura con cuerpo y alma únicos, Jacob Elordi se alejó de las interpretaciones clásicas del monstruo de Frankenstein y se entrenó en Butoh, una forma japonesa de danza expresiva que trabaja a partir del dolor, la rigidez y la muerte como lenguaje corporal.

Durante su preparación, también estudió canto de garganta mongol y tibetano para encontrar una voz que no pareciera humana, pero que transmitiera emociones de manera distinta. Buscó un estilo en el que pareciera que su garganta jamás había sido usada, hasta el momento icónico en que el doctor Victor le da vida a uno de los monstruos más emblemáticos del cine de terror y drama.

5.- Un sueño de más de 30 años que demuestra la obsesión de Guillermo del Toro con los monstruos

En múltiples entrevistas, Guillermo del Toro ha dicho que la historia de Frankenstein lo marcó desde niño, cuando a los 10 años leía las novelas de Mary Shelley. Desde entonces quedó fascinado con el concepto de una criatura que no es malvada por naturaleza, sino rechazada por la sociedad por su aspecto físico y su llegada al mundo de forma anormal.

Para el director mexicano, Frankenstein es una metáfora de la soledad, la paternidad y el abandono, algo que definió como una charla con el país. Señaló que su biografía humana es la de una familia rota centrada en la narrativa de un hijo que no pidió venir al mundo y un padre que no sabe amar, una visión íntima que lo ha acompañado durante toda su carrera.


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