A menos de 48 horas de ganar las elecciones del 5 de noviembre, Donald Trump ya está moviendo fichas para cumplir una de sus promesas más polémicas: la deportación masiva de migrantes.
En su primera entrevista tras arrasar en las urnas contra Kamala Harris y los demócratas, el presidente electo aseguró que sacará del país a miles de personas “al precio que sea”. ¿Su objetivo? Deshacerse de lo que él considera una amenaza para la seguridad de Estados Unidos.
La estrategia: más deportaciones y fronteras “poderosas”
En su entrevista con NBC, Trump dejó claro que no escatimará en su agenda antimigratoria. “No es una cuestión de precio. No tenemos otra opción. La gente ha matado y asesinado, los capos de la droga han destruido países, y ahora van a regresar a esos países porque no se van a quedar aquí”, dijo, declaró.
Su equipo ya está preparando las órdenes ejecutivas para que, desde el día uno en la Casa Blanca, las políticas migratorias más duras de su primer mandato vuelvan a estar en pie.
200 mil mexicanos en la mira
Entre las medidas que Trump y su equipo están resucitando, figura el restablecimiento del Título 42, una norma usada en la pandemia para bloquear la entrada de millones de migrantes. También planea revivir el polémico programa conocido como “Quédate en México”, que forzará a los solicitantes de asilo a esperar la respuesta en suelo mexicano.
“Todas las políticas fronterizas seguras que teníamos en vigor con el presidente Trump. Simplemente puede accionar el interruptor y volver a ponerlas en funcionamiento tal y como estaban antes. No necesitaban una ley del Congreso”, dijo Jason Miller, asesor principal de Donald Trump.
Muros y restricciones a las solicitudes de asilo
Trump también promete retomar la construcción del muro en la frontera y hacer más difícil el proceso de solicitud de asilo. “(Los estadounidenses) quieren tener fronteras y les gusta que la gente venga, pero tienen que venir con amor por el país. Tienen que venir legalmente”, declaró el presidente electo, asegurando que una frontera “fuerte y poderosa” será su prioridad desde el primer minuto en el poder.
Martha Bárcena, exembajadora de México en Estados Unidos, ya alertó que nuestro país debe tomarse en serio esta amenaza. Aunque Trump no tiene los recursos para deportar a un millón de personas al año, Bárcena estima que al menos 400 mil migrantes estarían en riesgo, y de ellos unos 200 mil serían mexicanos. “México debe prepararse”, advirtió, pues la ola de deportaciones podría tener un impacto enorme en las familias y la economía.
Lo que viene para México y los migrantes
Las amenazas de Trump no sólo han encendido las alarmas en México, sino en toda la comunidad migrante. La posibilidad de deportaciones masivas y nuevas restricciones ha dejado a miles de familias en incertidumbre. El gobierno mexicano deberá prepararse para enfrentar una posible oleada de deportaciones y apoyar a quienes podrían regresar al país en los próximos meses.
Parece que Trump no pierde el tiempo: con su regreso a la Casa Blanca, su plan es claro y directo. ¿Cuál será el impacto de estas decisiones? Pronto lo sabremos.
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