Lamentablemente, este pasado jueves 5 de septiembre, falleció la atleta olímpica Rebecca
Cheptegei, tras ser víctima de feminicidio. Su pareja, Dickson Ndiema Marangach, es el principal sospechoso de haberla rociado con gasolina y prendido fuego.
Hace apenas unas semanas la maratonista ugandesa estaba compitiendo en los Juegos Olímpicos París 2024, cumpliendo su sueño de representar a su país. Hoy, familiares y miles de personas que se unieron al luto, exigen a las autoridades justicia por Rebecca.
Rebecca Cheptegei fue atacada el pasado domingo
Tras cuatro días de agonía y a pesar de los esfuerzos de los médicos, Rebecca falleció en el Hospital Universitario Moi de Kenia. Según los informes, la atleta de 33 años había sufrido quemaduras graves en más del 80% de su cuerpo, provocando el fallo de varios órganos.
Los medios locales informaron que Rebecca había asistido a la iglesia en compañía de sus hijas de 9 y 11 años, al regresar a su casa su pareja ya la estaba esperando para cometer el crimen.
“Se escuchó a la pareja discutiendo afuera de su casa. Durante el altercado, se vio al novio vertiendo un líquido sobre la mujer antes de quemarla”, afirmó el jefe de la policía local, Jeremiah Kosiom. Según el padre de Rebeca, el ataque a su hija empezó por una disputa sobre un terreno que había comprado.
El jefe del Comité Olímpico de Uganda, a través de X, mencionó que “este fue un acto cobarde y sin sentido que llevó a la pérdida de una gran atleta. Su legado seguirá perdurando”.
Rebecca Cheptegei es la tercera atleta africana que muere desde octubre de 2021
El feminicidio de Rebecca no es el único caso aislado. En 2021 la atleta keniana, Agnes Tirop, fue asesinada; un año después, Danamaris Mutua fue hallada muerta en su domicilio. Las autoridades han señalado como sospechosos principales a las parejas de ambas atletas.
Actualmente, el marido de Tirop sigue siendo investigado, además que él niega todas las acusaciones en su contra. Mientras las autoridades siguen buscando al novio de Mutua que se dio a la fuga.
Tristemente, África tiene la tasa más alta de feminicidios en el mundo, con 2,8 asesinatos por cada 100.000 mujeres. “¿Por qué deberíamos seguir recordándole a la gente que las mujeres necesitan estar vivas?”, mencionó Zaha Indimuli, activista y defensora de los derechos de las mujeres africanas.
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