Con mapamundi en la mano, y a pesar de que hace unos llamó a no engancharse con las declaraciones de Trump, Claudia Sheinbuam le respondió directamente a su propuesta de renombrar el Golfo de México como “Golfo de América”.
Sheinbaum inició su mañanera de este miércoles no sólo rechazando tajantemente la idea de Trump, sino que también le soltó una propuesta que seguramente hará ruido en nuestro vecino del norte: cambiarle el nombre no al Golfo de México, más bien a la región de Estados Unidos.
La presidenta ya se las olía que le iban a preguntar sobre ese temita, y desde el inició sacó un mapamundi que data de 1607 y dijo: “¿Por qué no le llamamos América Mexicana? Se oye bonito, ¿no? ¿Verdad que sí? Desde 1607 la Constitución de Apatzingán era de América Mexicana, entonces vamos a llamarle América Mexicana. Y Golfo de México pues desde 1607 y además está reconocido internacionalmente”.
Y para respaldar su comentario hasta lección de historia dio. Sheinbaum recordó que, mucho antes de que los peregrinos pusieran un pie en Virginia, esa región ya tenía nombre y no era precisamente “Estados Unidos”. Ya se lo conocía como América Mexicana, pues en aquel entonces nuestro país tenía una extensión más grande de lo que es hoy en día, antes de perderla gracias a personajes como Antonio López de Santa Anna.
Además, también invitó al historiador y asesor político de la coordinación de comunicación, José Alfonso Suárez del Real, quien apuntó que “el nombre del Golfo de México, con toda la pena, además de histórico, está registrado ante organismos internacionales que lo consideran como un referente náutico desde el siglo XVI antes de que existieran los Estados Unidos”.
Y por si fuera poco, Sheinbaum también le dio su repasada a Trump: “Creo que lo mal informaron, con todo respeto. Parece que le dijeron que en México todavía gobiernan Felipe Calderón y García Luna, pero no, en México gobierna el pueblo”.
Aunque en eso de que gobierna el pueblo habrá que ver, pero bueno quizá a nuestra presidenta le convendría no gastar tanta energía en pelearse con Trump y mejor enfocarse en problemas reales como la violencia en Sinaloa que lleva meses sin dar tregua.
Como sea, ahora toca esperar a ver cómo reacciona Trump, pero algo nos dice que esta discusión está lejos de terminar.
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