La Reforma Judicial, ya aprobada por el Senado de la República, está poniendo a los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en una situación complicada.
Uno de los cambios más significativos que propuso la reforma es que, si los jueces y magistrados quieren jubilarse con pensión de por vida, deberán presentar su renuncia antes de octubre de 2024, aunque seguirán trabajando hasta agosto de 2025. Si no lo hacen, perderán el derecho a su pensión.
Dilema para los jueces y magistrados
El conflicto surge porque, aunque algunos jueces consideran pelear la reforma, no hay precedentes en México de revertir una modificación constitucional. Si deciden desafiarla, podrían enfrentarse a juicios políticos, lo que podría desatar una crisis judicial grave en el país.
Esta presión pone a los ministros de la Suprema Corte en una encrucijada: o renuncian para asegurar su pensión, o defienden la independencia del Poder Judicial, con las posibles repercusiones que esto conlleva.
El futuro del sistema judicial mexicano está en juego, y lo que suceda en los próximos meses será clave para la estabilidad de la justicia y la democracia del país.
Cambios en la edad de jubilación y pensiones
Además, la reforma ha reducido la edad de jubilación de 65 a 55 años, y quienes se retiren bajo este nuevo esquema podrán recibir una pensión complementaria que ronda entre el 45% y el 80% de su último salario, dependiendo de los años de servicio. Sin embargo, esto sólo es aplicable si tienen entre 25 y 35 años de trabajo en el Poder Judicial.
Deja un comentario