Cada 8 de marzo, la voz de miles de mujeres se une en protesta y resistencia, todas entonando juntas “Canción sin miedo”, convirtiendose en un estandarte en la lucha feminista, una denuncia contra la violencia de género y el feminicidio en México.
El tema de Vivir Quintana, “Canción sin miedo”, lanzado en 2020, se ha vuelto un himno imprescindible en las manifestaciones feministas, resonando en marchas y encuentros donde miles de mujeres alzan la voz contra el feminicidio y la impunidad.
Con una letra cruda y emotiva, la canción ha servido no solo para visibilizar la violencia de género, sino también para exigir justicia y recordar a aquellas que ya no están y aquellas que el Estado sigue ignorando.
¿Debe cambiar la letra con la llegada de una mujer a la presidencia?
En una reciente entrevista con EnClave, a Vivir Quintana se le preguntó si modificaría la letra de la canción pensando en que ahora, por primera vez, una mujer es presidenta en México. En específico la parte en la que se canta: “No olviden sus nombres, por favor, señor presidente”.
La respuesta de Vivir fue clara: “Pues mira, puede seguir diciendo ‘señor presidente’, porque justo cuando sale la canción, la primera pregunta que me hacían era: ‘¿entonces le estás hablando a Andrés Manuel López Obrador?’. Y yo decía: ‘no, le estoy hablando a todas aquellas personas que presiden un cargo’”.
Es decir, para Vivir, el mensaje de su composición trasciende a cualquier gobierno en particular. Más allá de los nombres o géneros de quienes ocupen el poder, el clamor sigue siendo el mismo: justicia, memoria y un mundo sin violencia para las mujeres.
¿Qué significa que esta canción siga sonando?
Más allá de la discusión sobre modificar o no la letra, la verdadera pregunta que plantea Vivir Quintana es: ¿hasta cuándo tendrá que cantarse esta canción? En sus propias palabras:
“Ojalá ya no se cantara, porque me han dicho: ‘¡qué emoción, se va a cantar cada 8 de marzo!’, y yo digo: ‘ojalá no’, porque eso significaría que algo está sucediendo”.
El hecho de que México tenga por primera vez en toda su historia como nación, una presidenta mujer es un hito importante, pero la lucha feminista no se agota con la representación política. La violencia de género, la desigualdad y la falta de acceso a la justicia siguen siendo problemáticas urgentes que no desaparecerán automáticamente con un cambio en el liderazgo del país.
Mientras estas realidades persistan, “Canción sin miedo” seguirá siendo un himno de denuncia y memoria. Su existencia es un recordatorio de lo que aún falta mucho por cambiar. Que la canción se siga entonando en las marchas no es motivo de celebración, sino una señal de que la deuda con las mujeres sigue sin saldarse.
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