Hablemos de la chica que se volvió viral en redes tras compartir una foto con DK, integrante del grupo surcoreano SEVENTEEN, durante su presentación en el festival Pa’l Norte 2025. Lo que parecía una simple anécdota de una fan con suerte rápidamente escaló en polémica cuando ella misma confesó haberse hecho pasar por parte del staff del evento para poder acceder al backstage y tener contacto directo con los idols.
“Fan” de SEVENTEEN se hace pasar por staff
Según sus propias publicaciones, la chica compró un boleto “de los más caros del festival”, por lo que podríamos decir se trata del hospitality (que costaba alrededor de 20 mil pesos mexicanos), y te daba acceso a ciertas zonas VIP.
Sin embargo, contrario a lo que dijo, ese tipo de entrada no permitía el ingreso a camerinos ni backstage, algo que ella consiguió haciéndose pasar por personal del evento, sin autorización del staff real ni del equipo de seguridad del grupo.
Lo más controvertido vino después: tras tomarse la foto, compartió en redes que todo fue parte de su plan, que “vio una oportunidad y la tomó”.
Un comportamiento que va más allá del “fan intenso”
El caso generó una ola de reacciones mixtas. Mientras que algunas personas aplaudieron lo que vieron como “astucia” o “determinación de fan”, muchas otras señalaron con preocupación lo peligroso y tóxico que puede ser este tipo de comportamiento.
No se trata de envidia, como algunos insinúan. Se trata de límites básicos de respeto y seguridad que fueron violados. Es hartazgo. Es decepción. Es saber que estas actitudes solo echan por tierra el esfuerzo que muchos fans hacen para demostrar que los fandoms pueden ser seguros, sanos y respetuosos.
Hacerse pasar por staff en un evento de esta magnitud no solo representa una falta ética, también implica riesgos de seguridad para los artistas, el equipo de producción y otros asistentes. Este tipo de actos recuerda el comportamiento de las llamadas sasaengs, fans que acosan a sus ídolos y cruzan límites personales a través del engaño o el hostigamiento.
Más allá de la mentira, lo que realmente preocupa es la normalización y glorificación de estas acciones en redes. El hecho de que la chica lo publicara con orgullo, como si fuera algo digno de presumirse, envía un mensaje peligroso: que con lo suficiente “ingenio” puedes violar reglas y privacidad para tener una foto con tu artista favorito.
¿Qué mensaje estamos enviando como fandom?
Ser fan no debería implicar mentir, colarse ni invadir espacios privados. Hay una diferencia enorme entre tener la suerte de cruzarte con tu artista favorito en un espacio público, y utilizar un engaño para llegar a un lugar donde no perteneces y no tienes nada qué hacer ahí.
Aplaudir estas acciones solo alimenta un ciclo de comportamiento irresponsable que puede perjudicar no solo a los ídolos, sino también a toda una comunidad de fans que sí respeta las reglas.
En una industria tan sensible como el K-pop, donde la seguridad y la privacidad de los artistas es un tema constante, actitudes como esta perjudican los lazos entre fandoms y grupos, y hacen más difícil que haya acercamientos futuros en otros eventos internacionales.
Por eso, no, no es gracioso, no es admirable y mucho menos es digno de replicarse. Lo que esta chica hizo es un ejemplo de cómo el fanatismo mal dirigido puede convertirse en una forma de violencia disfrazada de “ser fan”. Y por más que uno admire a sus ídolos, hay que saber amar con límites y desde el respeto.
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