En San Luis Potosí no se necesita Halloween para vivir una historia de terror, misterio y… ¿exhibicionismo paranormal? Porque en uno de los balcones del Palacio de Gobierno se apareció lo que parece ser una mujer desnuda, así, sin ropa ni explicación lógica. Pero tranquilos, no es lo que parece (o eso dicen). Ahora sí que el verdadero amonos que aquí espantan.
Según el gobernador Ricardo Gallardo, no hay de qué preocuparse: no era una mujer de carne y hueso, era un fantasma. Más específicamente, la emperatriz Carlota, según su muy científica deducción. ¿La prueba? Que “todos estaban trabajando” y que “ese salón siempre está solo”. Claramente, eso descarta cualquier posibilidad de una persona real… ¿no?
¿Un caso paranormal o alguien se coló sin ropa?
El video de la supuesta aparición ya está por todos lados en redes, y sí, se ve una figura femenina, en lo que parece ser una camisa blanca (y nada más) corriendo por un balcón. Pero si tú pensaste que era una mujer real que se metió al edificio a mitad del día, estás equivocado: el gobernador insiste en que eso es cosa de ultratumba.
“Es un salón que está solo. Estaba toda la Oficialía trabajando, es un salón solo donde está la silueta de Benito Juárez y Carlota. Estamos sorprendidos porqué aparece una mujer con una túnica blanca”, dijo con toda seriedad el gobernador Gallardo, nos salió Carlos Trejo, di. Aunque… bueno, la túnica blanca en el video más bien parece una camisa que no llegó a cubrir lo esencial.
Llamen a los cazafantasmas
El gobernador también recordó que no es la primera vez que se ve algo raro en el Palacio, que ya antes se había aparecido “una mujer con túnica”. Pero si esta es la misma, parece que su guardarropa se ha ido reduciendo con cada visita.
Así que por favor, no sean mal pensados. Nadie del gobierno anda distraído con cosas raras en horas de trabajo. Si alguien vio una mujer desnuda en un balcón, lo más lógico —obvio— es que se trataba de un fantasma del siglo XIX haciendo acto de presencia desde el más allá. Plot twist: el fantasma también cobra nómina.
Aunque honestamente, tal vez sí valga la pena revisar las cámaras o, no sé, instalar unas cortinas. Porque echarle la culpa a Carlota cada vez que algo raro pasa… suena como una excusa, ni en La Rosa de Guadalupe se atrevieron a tanto.
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