Tras la trágica muerte de los fotoperiodistas Berenice Giles y Miguel Hernández, ocurrida el 5 de abril en el Axe Ceremonia 2025, en el Parque Bicentenario, las autoridades han comenzado a investigar a fondo a los organizadores del evento. Entre ellos, Diego Jiménez Labora Prieto, fundador del festival, quien ya logró frenar (temporalmente) una posible orden de aprehensión con un amparo.
Juez suspende orden de aprehensión contra Diego Jiménez
El 22 de abril, el mismo día en que la Fiscalía General de Justicia informó que hay cuatro empresas bajo la lupa, Diego Jiménez presentó un amparo para evitar ser arrestado. Y le funcionó: un juez le concedió la suspensión provisional de la orden de aprehensión, lo que significa que no puede ser detenido… al menos hasta que se celebre la primera audiencia, el próximo 6 de mayo.
La suspensión establece que “las cosas permanezcan en el estado que actualmente guardan”, es decir: sin arresto, sin cambios, hasta nuevo aviso. Pero ojo: esto no lo exonera, solo le da tiempo.
Para mantener esta protección, Diego tendrá que presentarse ante la Fiscalía en los próximos cinco días hábiles y dejar un depósito de 9 mil pesos como garantía. Así, mientras él respira más tranquilo, las familias de Bere y Miguel siguen esperando justicia.
Otras empresas investigadas por la muerte de Bere y Miguel
Eso sí, no solo Diego está bajo la mira de las autoridades. También se investiga a las empresas que tuvieron que ver con la organización del evento, como Grupo Eco, Obra Negra (también manejada por Diego Jiménez) y O.N. Producciones Creativas, constituida en 2018, con vínculos directos al fundador
Estas empresas son señaladas por irregularidades graves, como la instalación de grúas que ni siquiera estaban en el plan de Protección Civil. Grúas que no debieron estar ahí, que no fueron autorizadas, y que, por una negligencia brutal, terminaron provocando una tragedia.
¿Y la responsabilidad por las muertes de Bere y Miguel en el Axe Ceremonia 2025?
Bere y Miguel fueron a trabajar. No fueron al festival como asistentes, sino como parte de los medios de comunicación que cubrían el evento. Murieron en un sitio que debió ser seguro, por una negligencia que debió haberse evitado si la organización hubiera hecho su trabajo como se debe.
Y sin embargo, más de dos semanas después, no hay una sola persona detenida. Solo un amparo, varios comunicados, y muchas preguntas sin respuesta.
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