Jimmy Donaldson, mejor conocido como MrBeast, es una de las figuras más grandes de YouTube. Sus videos con premios millonarios, desafíos extremos y locaciones espectaculares arrastran millones de vistas. Pero esta vez, su fórmula de entretenimiento no solo generó views, también encendió un debate y no precisamente por su usual “buen corazón”.
El detonante fue su video “Sobreviví 100 Horas Dentro De Un Templo Antiguo”, publicado el pasado 10 de mayo. En menos de 48 horas, ya sumaba más de 38 millones de vistas. El problema es que gran parte del contenido fue grabado de noche y con acceso exclusivo en zonas arqueológicas como Calakmul y Chichén Itzá, lugares donde ni el turismo nacional ni los propios creadores mexicanos tienen esos privilegios.
¿Por qué el video de MrBeast en México es tan polémico?
En el video, MrBeast aparece acampando en medio de la selva campechana, metiéndose a túneles, nadando en cenotes y disfrutando como cualquiera podría hacerlo en unas buenas vacaciones. El detalle está cuando aparece caminando de noche entre los templos mayas de Calakmul y grabando justo frente a la pirámide de Chichén Itzá, porque sí, sería ilegal para cualquier otro mortal.
En un momento del video, incluso él mismo se sorprende: “No puedo creer que el gobierno me deje hacer esto”, dice mientras explora la zona arqueológica en la oscuridad. Y ahí está el detalle: no deberían haberlo dejado.
INAH había prohibido los paseos nocturnos en febrero de 2025
Todo esto nos recuerda a que en febrero de este mismo año, un grupo de funcionarios e influencers mexicanos con conexiones al gobierno de Layda Sansores (gobernadora de Campeche) publicaron videos recorriendo Calakmul de noche, lo que provocó una ola de críticas y una reacción inmediata del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
El instituto había aclarado que no hay permisos para recorridos nocturnos, que no existen excepciones y que la zona arqueológica cierra a las 5 p.m. Pero parece que eso solo aplica para algunos.
Aunque no hay un comunicado oficial, en la descripción del video, el propio youtuber agradece públicamente al gobierno de Layda Sansores, a la Secretaría de Turismo y al INAH por los accesos. O sea, sí hubo permisos, aunque no sepamos bajo qué términos o justificación.
Y aquí es donde empieza el debate más fuerte: ¿Por qué se le permite a un extranjero —por más famoso que sea— grabar un video que va contra las reglas establecidas por el propio INAH, mientras locales o incluso académicos tienen que acatar cada límite?
¿Promoción turística o doble moral institucional?
Que MrBeast tenga una audiencia gigante no se discute. Que sus videos puedan atraer visitantes al país tampoco. Pero la pregunta clave es: ¿a qué costo se le permitió usar el patrimonio nacional como escenografía privada?
Mientras miles de mexicanos tienen restringido el acceso a su propio patrimonio cultural, y mientras colectivos denuncian la sobreexplotación turística y falta de respeto en zonas sagradas, MrBeast goza de privilegios.
Y claro, esto no es culpa suya. El creador estadounidense hizo lo que hace siempre: conseguir locaciones llamativas, invertir dinero y grabar contenido que le deja millones. La verdadera crítica va para quienes abrieron esas puertas, los mismos que aseguran que “no hay excepciones”.
Además, la polémica va más allá de un solo video: es el reflejo de cómo, en México, las instituciones pueden ser flexibles si tienes influencia, dinero y millones de vistas.
Porque al final, el problema no es que MrBeast haya venido a grabar. El problema es que lo dejaron hacer lo que muchos otros no pueden… y eso, aunque venga disfrazado de “promoción turística”, es una cachetada para la equidad cultural y para quienes luchan por proteger el patrimonio que tanto cuesta conservar.
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