Israel e Irán abrieron un nuevo y preocupante capítulo en su larga historia de tensiones. La madrugada del viernes, Israel lanzó una ofensiva aérea que sacudió la capital de Irán, Teherán, y mató a altos funcionarios militares y científicos.
Aunque puede sonar como un hecho aislado y reciente, la realidad es que este conflicto viene escalando desde hace más de una década, con capítulos de ciberataques, sabotajes, misiones encubiertas, y ahora, ataques directos.
1.- Virus informáticos y cruzadas de inteligencia
Todo comenzó a escalar allá por 2010, cuando se descubrió el virus informático Stuxnet, un malware más específicamente. Se dice que fue creado por Estados Unidos e Israel, su misión era sabotear las centrifugadoras nucleares de Irán, y funcionó.
Más tarde, en 2015, Irán firmó un acuerdo con potencias mundiales para limitar su programa nuclear, pero Israel siempre fue escéptico. De hecho, en 2018, agentes secretos israelíes robaron literalmente archivos clasificados desde cajas fuertes en Teherán. Según Israel, esos documentos demostraban que Irán no fue del todo honesto sobre su programa.
2.- Enriquecimiento de uranio y asesinatos a científicos
Después del sabotaje en Natanz (una importante instalación nuclear iraní) en 2020, Irán comenzó a enriquecer uranio al 60%, un nivel peligroso porque está muy cerca del umbral para fabricar armas nucleares.
Ese mismo año, el principal científico nuclear iraní, Mohsen Fakhrizadeh, fue asesinado con una ametralladora controlada a distancia. Irán culpó a Israel y desde entonces el problema solo ha escalado.
3.- Hamás, Gaza y la tensión en Medio Oriente
En octubre de 2023, Hamás (grupo palestino con respaldo iraní) atacó el sur de Israel, matando a más de 1,200 personas. Israel respondió con una ofensiva en Gaza. ¿Y qué tiene que ver Irán? Mucho: Irán apoya a Hamás y a Hezbolá, y eso lo pone en una confrontación indirecta con Israel.
Desde entonces, la guerra en Gaza ha sido un punto de quiebre. Israel considera que Irán está detrás de varios frentes de ataque, lo que ha justificado sus acciones militares preventivas.
4.- ¿Irán quiere destruir a Israel?
Según el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, sí. Lo ha repetido en cada discurso importante, y lo volvió a decir tras el ataque aéreo más reciente: que Irán no solo quiere borrar a Israel del mapa, sino que está desarrollando armas nucleares para lograrlo.
Netanyahu sostiene que Irán ya tiene uranio suficiente para construir varias bombas atómicas y que, de no actuar, el régimen iraní podría armarse en cuestión de meses. Hasta ahora, no se han mostrado pruebas públicas de estas afirmaciones, pero la desconfianza entre ambos países está más viva que nunca.
5.- Misiles, drones y una escalada peligrosa
En 2024, los intercambios ya no fueron tan encubiertos. Israel atacó un consulado iraní en Siria y mató a altos mandos. Irán respondió lanzando más de 300 misiles y drones. Muchos fueron interceptados, pero el mensaje fue claro: ya no se están escondiendo.
En los meses siguientes, Israel mató a líderes de Hamás y Hezbolá. Irán lanzó más misiles. Israel contraatacó. Y así, en bucle. El operativo más reciente, con explosiones en pleno Teherán, apunta a sitios clave del programa nuclear iraní. Algunos expertos dicen que podría tratarse de un intento por frenar su capacidad balística antes de que sea demasiado tarde.
Entonces… ¿podría haber una guerra total?
No estamos ahí todavía, pero el panorama es preocupante. Destruir todo el programa nuclear iraní no es tan fácil: muchas instalaciones están bajo tierra y blindadas. Además, Israel no tiene (al menos públicamente) las bombas antibúnker necesarias para hacerlo sin apoyo de Estados Unidos.
Irán, por su parte, ha prometido que responderá a cada ataque. Y si eso sucede, una guerra podría desatarse con múltiples frentes: Gaza, Líbano, Siria, Yemen… Por eso, el mundo está mirando cada movimiento con lupa.
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