Entre sesiones extraordinarias, la Cámara de Diputados y el Senado están sacando iniciativas a todo lo que pueden. Todo esto porque la presidenta Claudia Sheinbaum mandó una lluvia de propuestas que están avanzando a toda velocidad.
Una de las más polémicas fue la Ley de Telecomunicaciones y Radiodifusión. Al inicio, esta ley encendió las alarmas porque le daba poder a la recién creada Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones para bloquear plataformas digitales sin orden judicial.
Ley de Telecomunicaciones: Cambian la censura por más vigilancia
Tras críticas de organizaciones, activistas y especialistas, la iniciativa cambió: le quitaron el poder de censurar directamente internet o redes sociales. Pero lo que parecía una buena noticia terminó cambiando de forma, no de fondo: la censura directa se cambió por más vigilancia sobre las y los usuarios.
Las Comisiones Unidas del Senado aprobaron una versión “nueva” que ya no permite bloqueos de contenido sin orden judicial. Sin embargo, mantiene puntos bastante preocupantes:
- Obliga a que las compañías de telefonía móvil lleven un registro detallado de cada persona que tenga una línea: datos personales, CURP… y también datos biométricos (como huellas digitales). Y si alguien no está registrado, se le suspende la línea.
- Se crea una Comisión Reguladora de Telecomunicaciones, cuyos integrantes serán nombrados por la presidenta y ratificados por el Senado.
- Conserva el acceso a la geolocalización y a los metadatos de las y los usuarios, tal como ya pasaba desde la reforma de 2014 en tiempos de Peña Nieto.
- Con la recién aprobada Ley de Inteligencia, la Guardia Nacional, el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y la Secretaría de Seguridad pueden consultar estas bases de datos sin necesidad de orden judicial.
¿Qué significa esto?
En palabras más simples: para tener un celular y navegar por internet, las personas deberán entregar más datos personales y biométricos. Y esos datos podrán ser consultados por las autoridades de seguridad sin pasar por un juez.
Activistas y especialista en derechos digitales, advierten que aunque quitaron la parte más abierta de censura, el riesgo de vigilancia masiva se mantiene, y eso también puede vulnerar derechos como la privacidad y el acceso libre a la información.
¿Por qué surgió esta ley?
El argumento original era proteger a la población de contenidos peligrosos o discriminatorios que puedan circular libremente en redes y medios. Por ejemplo, después de que el comercial de la secretaria de Seguridad de Estados Unidos, Kristi Noem, con mensajes contra migrantes, llegó a transmitirse hasta en cadena nacional e internet.
Pero la pregunta sigue siendo si ese objetivo justifica que el Estado concentre todavía más datos personales y biométricos de millones de personas.
La nueva versión de la Ley de Telecomunicaciones ya pasó por comisiones del Senado y ahora se va a discutir en el Pleno. Si la aprueban, seguirá su camino en la Cámara de Diputados.
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