Tras la sentencia de 38 años de prisión para Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad Pública, el expresidente Felipe Calderón enfrenta crecientes señalamientos sobre su responsabilidad al haberlo colocado en un puesto clave en su gabinete. Además, como el arquitecto de la guerra contra el narcotráfico en 2006, Calderón no sólo implementó una estrategia fallida, sino que dejó a cargo de la seguridad nacional a un hombre que trabajaba en complicidad con el Cártel de Sinaloa.
El inicio de la guerra contra el narcotráfico
Felipe Calderón asumió la presidencia de México en diciembre de 2006 y, casi de inmediato, lanzó su estrategia de seguridad, conocida como la “guerra contra el narcotráfico”. Esta política se caracterizó por el uso intensivo de las fuerzas armadas en las calles, con el objetivo de desmantelar los cárteles de la droga. Según su narrativa, era necesario confrontar a los cárteles con toda la fuerza del Estado para detener su crecimiento y la violencia que generaban, presentó esta lucha como una medida para devolver la seguridad a los ciudadanos.
Sin embargo, lejos de reducir la violencia, el país experimentó un aumento drástico en las muertes violentas. Además, este enfoque también fragmentó a los cárteles, creando luchas internas por el control territorial que sólo incrementaron el espiral de violencia.
El papel de García Luna y las acusaciones de corrupción
El encargado de implementar esta estrategia fue Genaro García Luna. Bajo su mando, las fuerzas de seguridad federales fueron desplegadas a lo largo del país, y se intensificó la colaboración con agencias internacionales, en particular con la Administración para el Control de Drogas (DEA) de Estados Unidos.
No obstante, con el tiempo surgieron denuncias que señalaban que García Luna no sólo no combatía al narcotráfico de manera efectiva, sino que colaboraba activamente con el Cártel de Sinaloa. Y, bueno, ahora sabemos de la doble vida que llevaba y de los sobornos millonarios que recibía de manos del crimen organizado.
¿Qué sabía Calderón?
Con la condena de García Luna, se ha vuelto inevitable preguntar si Felipe Calderón era consciente de estos nexos con el narcotráfico.
Después de que la corte de New York diera a conocer la sentencia de García Luna, Calderón defendió su estrategia de seguridad negando, como ya varias veces lo ha hecho, que se haya tratado de declararle la guerra al narco. Pero, sobre todo, negó rotundamente haber tenido conocimiento de las actividades ilícitas de su secretario de Seguridad Pública, afirmando que “nunca tuvo evidencia verificable” de sus nexos criminales.
¿Por qué muchos piden que Calderón vaya a la cárcel?
Existen múltiples razones por las cuales muchos ojos críticos piden que Calderón enfrente la justicia. En primer lugar, se argumenta que era imposible que no estuviera al tanto de las actividades de García Luna, ya que este era su colaborador más cercano en temas de seguridad.
En segundo lugar, aunque Calderón sostenga que no sabía nada, su responsabilidad como jefe de Estado implica, al menos, negligencia por no haber detectado la corrupción en su propio gabinete. Además, según señalan, si de verdad no sabía nada esto sólo lo convertiría en un presidente incompetente.
Y finalmente, algunas voces argumentan que su estrategia de seguridad fue contraproducente, ya que no frenó el narcotráfico, sino que lo incrementó, al tiempo que los derechos humanos fueron violados sistemáticamente.
Deja un comentario