El presidente Donald Trump aseguró estar abierto a la posibilidad de regularizar a migrantes que llevan 10 o 15 años viviendo en Estados Unidos, siempre y cuando hayan trabajado “de forma honesta” y se hayan comportado “como ciudadanos ejemplares”.
Todo esto lo dijo en medio de la inauguración de su más reciente mega proyecto migratorio: una cárcel gigante para migrantes en Florida, llamada nada más y nada menos que Alligator Alcatraz. Rodeada de pantanos, caimanes, serpientes y polémica, este centro de detención se ha convertido en el nuevo símbolo del enfoque “duro pero selectivo” que Trump asegura estar aplicando.
Trump asegura estar abierto a regularizar a migrantes
Durante el evento, Trump mencionó: “tenemos varios casos de ilegales que llevan 15 o 10 años trabajando en hoteles, en granjas y en todo tipo de trabajos. Se han ganado la confianza de sus jefes y se han comportado como ciudadanos. Estamos contemplando generar procesos de formalización de estas personas con el fin de que las empresas que ya les tienen confianza y los conocen, se hagan cargo de ellos y de sus procesos”.
Es decir, si llevas más de una década trabajando duro y sin meterte en problemas, podrías tener chance de legalizar tu estatus, registrarte formalmente y empezar a pagar impuestos en Estados Unidos.
La idea, según Trump, es que las empresas que ya los conocen y confían en ellos “se hagan cargo del proceso”. Un enfoque que ciertamente se escucha algo dudoso, sobre todo considerando que su administración deporta hasta 3 mil personas al día y que buena parte de sus discursos recientes siguen marcados por el endurecimiento de las leyes migratorias.
Exención de deportación a migrantes que trabajan en construcciones y agricultura en Estados Unidos
Este nuevo plan, todavía en etapa de análisis, contempla dar exenciones a migrantes que trabajan en sectores como la agricultura y la construcción, industrias que —dicho sea de paso— no podrían sobrevivir sin mano de obra extranjera, mayoritariamente latina.
“Estamos revisando cuidadosamente la situación de los trabajadores en la agricultura y la construcción, y tomaremos una decisión muy pronto”, dijo Trump, mientras recorría las instalaciones de Alligator Alcatraz.
Pero mientras eso pasaba, afuera del centro de detención, el panorama era otro. Grupos ambientalistas y colectivos pro derechos humanos protestaban por la ubicación del penal (una zona de humedales protegidos) y por las condiciones de detención que enfrentan miles de personas migrantes.
Por ahora, la administración Trump insiste en que su prioridad sigue siendo “la seguridad nacional y el control de fronteras”, mientras miles de familias siguen separadas y otros tantos migrantes enfrentan procesos de deportación exprés.
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